Eso es un gran paso adelante para que las víctimas del terrorismo puedan encontrar un poco más de justicia y apoyo. La clave aquí es la transparencia y la responsabilidad, porque a veces la burocracia se convierte en una barrera para superar los obstáculos. Si siempre hubiera habido alguien escuchando y ayudando, las cosas podrían haber sido diferentes. Pero ahora es un buen momento de empezar a cambiar el rumbo y darle a esas personas lo que necesitan. La sociedad entera debe apoyar esta iniciativa y recordar a las víctimas que no están solas.