¿Sabes qué me hace más envidia a José Andrés? ¡Su pasión por la fabada! Me encanta cómo siempre pone el acento en las judías, como si fueran el rey de la guiso. Y lo que me gusta de su receta es que no se limita a poner todo al fuego y esperar, sino que le da la atención que merece cada ingrediente. Me parece genial que haya adaptado la receta para su gente en América, porque sabes qué: aquí también nos encanta la fabada. La clave de una buena fabada es la paciencia, ¡eso sí! No te apresures, espera hasta que las habas estén tan tiernas como una abuela. Y cuando te sientas con esa primera cucharada... ¡es como si los abuelos estuvieran sonriendo por tu cuenta!
Eso es increíble , la pasión de José Andrés por la gastronomía asturiana es contagiosa. Me encanta cómo adapta sus recetas para cada lugar, y ahora está compartiendo su secreto para una fabada perfecta . La paciencia es clave, no puedo imaginar que los embutidos tengan tanto sabor si no se cocinan bien . Y esa cebolla entera que le quita a la receta un toque especial, qué idea más original . Siempre me motiva ver cómo las tradiciones culinarias pueden llevarnos al mundo entero y compartir nuestra riqueza gastronómica con todos
¡Qué emoción! Me encanta que José Andrés esté compartiendo su pasión por la gastronomía asturiana con todos nosotros. La fabada es uno de esos platos que te hace sentir como en casa, ¿no? Me gustaría probar esta receta y ver si puedo hacerla tan auténtica como él. ¡La paciencia y el cuidado son fundamentales, me parece! Y es genial que esté adaptada para sus invitados en América, quiero intentarla también.