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La directora del Louvre, Laurence des Cars, ha sido acusada de negligencia y falta de preparación ante el robo de 8 piezas valiosas en el famoso museo francés. Según su propia versión, la seguridad no fue suficiente debido a una "precarización" de las instalaciones, lo que dio lugar a un retraso en el despliegue del equipo destinado a garantizar la protección de las obras del museo.
El robo ocurrió el pasado domingo por la mañana, cuando un camión grúa se estacionó al lado del museo. Los ladrones, disfrazados como trabajadores de mantenimiento, subieron y rompieron la puerta y ventana de la galería Apolo. A las 09:34, el detector de alarma se activó y transmitió una señal al puesto de seguridad, pero no fue suficiente para detener a los ladrones.
"Los agentes están desbordados", dijo la directora del Louvre, y reconoció que "no detectamos con la suficiente antelación la llegada de los ladrones". El robo es considerado una "herida inmensa" y el museo ha fracasado en su deber de proteger las obras valiosas.
La directora des Cars también anunció algunas medidas para reforzar la seguridad del Louvre, como la creación de una comisaria de policía dentro del museo y la instalación de dispositivos de distanciamiento para evitar que los vehículos estacionen dentro de las instalaciones. También se planea modernizar los accesos mediante tarjetas de identificación y crear un nuevo sistema de seguridad en los puestos de control.
Sin embargo, el presidente francés ha rechazado la dimisión de la directora del Louvre, lo que sugiere que el gobierno no está dispuesto a tomar medidas serias para abordar la seguridad del museo. La situación es crítica y el futuro del Louvre como institución cultural y de arte se ve amenazado por este escándalo.
El robo ocurrió el pasado domingo por la mañana, cuando un camión grúa se estacionó al lado del museo. Los ladrones, disfrazados como trabajadores de mantenimiento, subieron y rompieron la puerta y ventana de la galería Apolo. A las 09:34, el detector de alarma se activó y transmitió una señal al puesto de seguridad, pero no fue suficiente para detener a los ladrones.
"Los agentes están desbordados", dijo la directora del Louvre, y reconoció que "no detectamos con la suficiente antelación la llegada de los ladrones". El robo es considerado una "herida inmensa" y el museo ha fracasado en su deber de proteger las obras valiosas.
La directora des Cars también anunció algunas medidas para reforzar la seguridad del Louvre, como la creación de una comisaria de policía dentro del museo y la instalación de dispositivos de distanciamiento para evitar que los vehículos estacionen dentro de las instalaciones. También se planea modernizar los accesos mediante tarjetas de identificación y crear un nuevo sistema de seguridad en los puestos de control.
Sin embargo, el presidente francés ha rechazado la dimisión de la directora del Louvre, lo que sugiere que el gobierno no está dispuesto a tomar medidas serias para abordar la seguridad del museo. La situación es crítica y el futuro del Louvre como institución cultural y de arte se ve amenazado por este escándalo.