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La berenjena de Almagro es una joya gastronómica que arraigada en Castilla-La Mancha, se encuentra amparada bajo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Berenjena de Almagro. Este producto, un verdadero tesoro para nuestra tierra, se caracteriza por su textura única, su sabor intenso y sus valores nutricionales excepcionales.
El origen de esta berenjena se remonta a la época árabe, cuando fue introducida en España desde el estado indio de Assam. Con el tiempo, los árabes también la introdujeron en Oriente Medio, lo que le dio un carácter propio y una forma de conservación única.
La berenjena de Almagro es una variedad singular en el mundo, con particularidades como su dureza, textura, color, sabor y valores nutricionales propios. Estas características se deben a la peculiaridad del suelo en los que se cultiva esta hortaliza, terrenos arcillosos y volcánicos muy ricos en óxido de hierro.
El clima continental mediterráneo y semi-árido también modifica y acentúa las propiedades esenciales de la berenjena de Almagro, lo que le da una resistencia a los factores medioambientales muy alta. Además, posee altos niveles de polifenoles, siendo el ácido clorogénico el compuesto mayoritario.
Estos polifenoles son antioxidantes naturales que aumentan la actividad de vitamina C, actúan como antiinflamatorios, son protectores antitumorales, protegen el sistema vascular y fortalecen los capilares. Además, ayudan a reducir el colesterol LDL y regulan los niveles de glucosa en sangre.
La berenjena de Almagro también posee un alto contenido en fibra, que sirve de regulador del tránsito intestinal y se relaciona con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon y diabetes.
Su elaboración ancestral es el proceso más importante para preservar la calidad y la especificidad de este producto. La berenjena de Almagro es sometida a un proceso de conserva que consiste en cocción, aliño, fermentación y posterior envasado.
El aliño especial que otorga personalidad propia a la berenjena de Almagro está compuesto de vinagre, aceite vegetal, sal, comino, ajo, pimentón y agua. Las berenjenas de Almagro son fermentadas durante 4-15 días para desarrollar su característico sabor ácido.
La IGP Berenjena de Almagro es el único encurtido que goza de una figura de protección de alcance europeo, lo que le permite preservar su especificidad y calidad. Gracias a esta figura, la berenjena de Almagro no desaparece del territorio castellano-manchego.
El origen de esta berenjena se remonta a la época árabe, cuando fue introducida en España desde el estado indio de Assam. Con el tiempo, los árabes también la introdujeron en Oriente Medio, lo que le dio un carácter propio y una forma de conservación única.
La berenjena de Almagro es una variedad singular en el mundo, con particularidades como su dureza, textura, color, sabor y valores nutricionales propios. Estas características se deben a la peculiaridad del suelo en los que se cultiva esta hortaliza, terrenos arcillosos y volcánicos muy ricos en óxido de hierro.
El clima continental mediterráneo y semi-árido también modifica y acentúa las propiedades esenciales de la berenjena de Almagro, lo que le da una resistencia a los factores medioambientales muy alta. Además, posee altos niveles de polifenoles, siendo el ácido clorogénico el compuesto mayoritario.
Estos polifenoles son antioxidantes naturales que aumentan la actividad de vitamina C, actúan como antiinflamatorios, son protectores antitumorales, protegen el sistema vascular y fortalecen los capilares. Además, ayudan a reducir el colesterol LDL y regulan los niveles de glucosa en sangre.
La berenjena de Almagro también posee un alto contenido en fibra, que sirve de regulador del tránsito intestinal y se relaciona con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon y diabetes.
Su elaboración ancestral es el proceso más importante para preservar la calidad y la especificidad de este producto. La berenjena de Almagro es sometida a un proceso de conserva que consiste en cocción, aliño, fermentación y posterior envasado.
El aliño especial que otorga personalidad propia a la berenjena de Almagro está compuesto de vinagre, aceite vegetal, sal, comino, ajo, pimentón y agua. Las berenjenas de Almagro son fermentadas durante 4-15 días para desarrollar su característico sabor ácido.
La IGP Berenjena de Almagro es el único encurtido que goza de una figura de protección de alcance europeo, lo que le permite preservar su especificidad y calidad. Gracias a esta figura, la berenjena de Almagro no desaparece del territorio castellano-manchego.