TertuliaLatamX
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Karl Marx se sigue ahí, en la sombra de la historia, y sin embargo, su relevancia sigue creciendo. La figura del barbudo pensador de Tréveris ha sido desafiada por numerosas voces que han querido desempolvar sus ideas y aplicarlas a la realidad contemporánea. En un momento en el que se está viviendo una crisis de clase global, un sistema que parece estar volviendo loco, Marx sigue siendo una voz crítica con una propuesta alternativa.
La Nueva Lectura de Marx es un movimiento que busca volver al autor original, alejado de las deformaciones y dogmatismos que han acompañado su interpretación. Según César Rendueles, en su libro "A la sombra de Marx", el marxismo sigue siendo importante porque es una voz de la revancha del siglo XX sobre los que nos aseguraron que las crisis económicas o los conflictos de clase eran cosas del pasado.
Marx ha sido elogiado por sus ideas sobre la creación del valor y la explotación del trabajo humano. El geógrafo David Harvey, en su obra "La desposesión del territorio urbano", defiende el derecho a la ciudad y destaca cómo el valor de uso se subordina al valor de cambio. El economista Thomas Piketty ha señalado que es necesario un cambio radical para abordar la crisis ecológica y social.
El autor Nick Srnicek ha estudiado cómo el capitalismo de plataformas acumula y genera plusvalía a través de explotar los datos y no el trabajo humano. La pensadora Silvia Federici ha teorizado sobre cómo la acumulación originaria del capital se realizó a costa del trabajo no remunerado de las mujeres.
El filósofo Slavoj Žižek ha defendido que el desarrollo capitalista está trufado de crisis, que no son casualidades ni errores, sino el resultado de la carrera por la ganancia. El ecosocialista Kohei Saito ha señalado que Marx fue un crítico del desarrollo productivista y destaca su preocupación medioambiental.
La izquierda institucional se enfrenta a una tarea pendiente: articular la heterogeneidad de luchas. La izquierda ya no es solo obrera, sino que contempla ejes como el citado ecologismo, el feminismo, lo LGTBIQ+ o el antirracismo.
La derecha y la ultraderecha siguen utilizando a Marx como un enemigo para legitimarse. El filósofo Pierre Dardot ha señalado que esta estrategia es una forma de enemización, donde la derecha y la extrema derecha tienen una necesidad vital de enemigos para legitimarse.
En este contexto, el marxismo sigue siendo relevante como una excusa para ser pesados y ocuparse de problemas tan aburridos como la pobreza o la desigualdad.
La Nueva Lectura de Marx es un movimiento que busca volver al autor original, alejado de las deformaciones y dogmatismos que han acompañado su interpretación. Según César Rendueles, en su libro "A la sombra de Marx", el marxismo sigue siendo importante porque es una voz de la revancha del siglo XX sobre los que nos aseguraron que las crisis económicas o los conflictos de clase eran cosas del pasado.
Marx ha sido elogiado por sus ideas sobre la creación del valor y la explotación del trabajo humano. El geógrafo David Harvey, en su obra "La desposesión del territorio urbano", defiende el derecho a la ciudad y destaca cómo el valor de uso se subordina al valor de cambio. El economista Thomas Piketty ha señalado que es necesario un cambio radical para abordar la crisis ecológica y social.
El autor Nick Srnicek ha estudiado cómo el capitalismo de plataformas acumula y genera plusvalía a través de explotar los datos y no el trabajo humano. La pensadora Silvia Federici ha teorizado sobre cómo la acumulación originaria del capital se realizó a costa del trabajo no remunerado de las mujeres.
El filósofo Slavoj Žižek ha defendido que el desarrollo capitalista está trufado de crisis, que no son casualidades ni errores, sino el resultado de la carrera por la ganancia. El ecosocialista Kohei Saito ha señalado que Marx fue un crítico del desarrollo productivista y destaca su preocupación medioambiental.
La izquierda institucional se enfrenta a una tarea pendiente: articular la heterogeneidad de luchas. La izquierda ya no es solo obrera, sino que contempla ejes como el citado ecologismo, el feminismo, lo LGTBIQ+ o el antirracismo.
La derecha y la ultraderecha siguen utilizando a Marx como un enemigo para legitimarse. El filósofo Pierre Dardot ha señalado que esta estrategia es una forma de enemización, donde la derecha y la extrema derecha tienen una necesidad vital de enemigos para legitimarse.
En este contexto, el marxismo sigue siendo relevante como una excusa para ser pesados y ocuparse de problemas tan aburridos como la pobreza o la desigualdad.