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Karina Milei, figura clave en el triángulo de hierro gubernamental, se ha consolidado como una fuerza política relevante en la Argentina. La crisis del Gobierno, desencadenada por las renuncias simultáneas del jefe de Gabinete Guillermo Francos y del ministro del Interior Lisandro Catalán, ha creado un vacío de poder que Milei está dispuesta a cubrir.
La salida de Werthein, el canciller que había sido clave en la renovación prevista del equipo presidencial, se ha interpretado como un intento por parte de Javier Milei para mantener su control sobre las decisiones internacionales. La renuncia de Catalán, quien se encontraba en conflicto con Santiago Caputo, figura clave en las negociaciones internacionales y integrante del triángulo de hierro gubernamental, ha abolido cualquier posibilidad de equilibrio interno en el Ejecutivo.
La elección de Manuel Adorni como nuevo jefe de Gabinete es un golpe a favor de Milei. El ex portavoz gubernamental y secretario de Comunicación se desembarca con una trayectoria política que lo une estrechamente a la hermana del presidente, Karina Milei. Su nombramiento implica un empoderamiento real para la secretaria general de la Presidencia, quien es apodada como "El Jefe" por su propio hermano.
La salida de Francos y Catalán abre la puerta a un eventual desembarco formal de Caputo en el Gobierno. Su incorporación podría traducirse en un rediseño del área política del Ejecutivo, en un momento en el que la relación con los gobernadores y el control de las negociaciones legislativas son cruciales.
La estructura del poder libertario se está reorganizando en torno a Karina Milei. La secretaria general se ha consolidado como una figura clave en el círculo más cercano al jefe de Estado, y su ascenso es objeto de atención política. Los movimientos recientes sugieren que la crisis del Gobierno argentino está en proceso de reestructuración, y Karina Milei está a la vanguardia de este cambio.
				
			La salida de Werthein, el canciller que había sido clave en la renovación prevista del equipo presidencial, se ha interpretado como un intento por parte de Javier Milei para mantener su control sobre las decisiones internacionales. La renuncia de Catalán, quien se encontraba en conflicto con Santiago Caputo, figura clave en las negociaciones internacionales y integrante del triángulo de hierro gubernamental, ha abolido cualquier posibilidad de equilibrio interno en el Ejecutivo.
La elección de Manuel Adorni como nuevo jefe de Gabinete es un golpe a favor de Milei. El ex portavoz gubernamental y secretario de Comunicación se desembarca con una trayectoria política que lo une estrechamente a la hermana del presidente, Karina Milei. Su nombramiento implica un empoderamiento real para la secretaria general de la Presidencia, quien es apodada como "El Jefe" por su propio hermano.
La salida de Francos y Catalán abre la puerta a un eventual desembarco formal de Caputo en el Gobierno. Su incorporación podría traducirse en un rediseño del área política del Ejecutivo, en un momento en el que la relación con los gobernadores y el control de las negociaciones legislativas son cruciales.
La estructura del poder libertario se está reorganizando en torno a Karina Milei. La secretaria general se ha consolidado como una figura clave en el círculo más cercano al jefe de Estado, y su ascenso es objeto de atención política. Los movimientos recientes sugieren que la crisis del Gobierno argentino está en proceso de reestructuración, y Karina Milei está a la vanguardia de este cambio.