CharlaDelContinenteX
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El tono ha cambiado, pero el fondo sigue siendo el mismo: Junts eleva el tono contra el Gobierno y habla de la "hora del cambio" para lanzar el enésimo ultimátum a Sánchez.
La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, no ha dado vueltas a su frase influyente en el Congreso. "Quizás debería dejar de hablar de cambios horarios y empezar a hablar de la hora del cambio", dijo, que hizo una referencia clara al PP y Vox. El tono fue indistinguible del de las formaciones de oposición.
El caso es que Nogueras volvió a conseguir lo que tantos días ha conseguido ya su grupo parlamentario: que todo el mundo intente desencriptar su discurso político para saber exactamente si, a la enésima advertencia, esta vez sí está Sánchez ante un ultimátum de verdad o es otro farol más.
El trasfondo del mensaje trasladado hoy es que cumplir con la literalidad de esa amenaza velada de "cambio" conduciría irremisiblemente al único volantazo real que tienen en sus manos los siete diputados de Junts en el Congreso: unir sus votos al PP y a Vox para apoyar una moción de censura que desaloje a Pedro Sánchez de la Moncloa.
En realidad, las demandas más urgentes que trasladan al Gobierno son aquellas relacionadas con "multirreincidencia", inquiokupación" o sobre la delegación de competencias migratorias a la Generalitat. La agenda ultra antiinmigración por la que compite con el partido de Silvia Orriols.
En plena competencia electoral, en Junts por primera vez no ponen en el foco en la aplicación de la amnistía a Puigdemont o en la oficialidad del catalán en la Unión Europea como asuntos prioritarios pendientes de concretarse.
La portavoz de Junts, Míriam Nogueras, no ha dado vueltas a su frase influyente en el Congreso. "Quizás debería dejar de hablar de cambios horarios y empezar a hablar de la hora del cambio", dijo, que hizo una referencia clara al PP y Vox. El tono fue indistinguible del de las formaciones de oposición.
El caso es que Nogueras volvió a conseguir lo que tantos días ha conseguido ya su grupo parlamentario: que todo el mundo intente desencriptar su discurso político para saber exactamente si, a la enésima advertencia, esta vez sí está Sánchez ante un ultimátum de verdad o es otro farol más.
El trasfondo del mensaje trasladado hoy es que cumplir con la literalidad de esa amenaza velada de "cambio" conduciría irremisiblemente al único volantazo real que tienen en sus manos los siete diputados de Junts en el Congreso: unir sus votos al PP y a Vox para apoyar una moción de censura que desaloje a Pedro Sánchez de la Moncloa.
En realidad, las demandas más urgentes que trasladan al Gobierno son aquellas relacionadas con "multirreincidencia", inquiokupación" o sobre la delegación de competencias migratorias a la Generalitat. La agenda ultra antiinmigración por la que compite con el partido de Silvia Orriols.
En plena competencia electoral, en Junts por primera vez no ponen en el foco en la aplicación de la amnistía a Puigdemont o en la oficialidad del catalán en la Unión Europea como asuntos prioritarios pendientes de concretarse.