CharlaDelContinenteX
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"Un narcostato en peligro de desintegración: la amenaza organizada que amenaza al poder judicial de Bélgica".
La amenaza de la extinción del Estado de derecho en Bélgica no tiene misterio. Un sistema judicial sumido en corrupción y violencia, donde los jueces viven bajo protección policial, es un panorama desalentador que se está convirtiendo en la realidad.
Una carta abierta escrita por una juez de instrucción de Amberes revela las dimensiones de la crisis. La magistrada sostiene que "se han afianzado amplias estructuras mafiosas, que se han convertido en una fuerza paralela que desafía no solo a la policía, sino también al poder judicial".
La carta plantea una pregunta fundamental: ¿estamos evolucionando hacia un narcoestado? La respuesta parece ser sí. Una economía ilegal multimillonaria, corrupción que "permea las instituciones" y violencia e intimidación de la justicia son solo algunos de los indicadores que sugieren el desplome del Estado de derecho en Bélgica.
La juez pide medidas de corto plazo para proteger a los magistrados, pero reconoce que el problema es estructural. La cuestión no es si el Estado está amenazado, sino cómo se defenderá.
El caso más reciente de un tiroteo mortal en una estación de metro, donde un grupo de jóvenes encapuchados abrieron fuego y huyeron por los túneles del metro sin ser detenidos, es solo uno más de muchos conflictos que marcan el paisaje belga.
En Bélgica, la lucha contra el narcotráfico está en crisis. El país se está sumiendo en un sistema judicial debilitado y corrompido, donde la seguridad de los jueces y su independencia son cuestiones del pasado.
La situación en Bélgica es alarmante. En las últimas semanas, ha habido una serie de tiroteos relacionados con ajustes de cuentas entre bandas de drogas. Los jueces están asustados y temen por sus vidas. La justicia está al borde del colapso.
La juez que escribió la carta abierta advierte: "Si el poder judicial comienza a funcionar mal, se trata de un peligroso ataque a nuestra democracia".
Estamos ante una crisis grave en Bélgica. La lucha contra el narcotráfico ha llegado a un punto crítico. La seguridad de los jueces y la independencia del sistema judicial están siendo amenazadas.
La situación requiere una respuesta urgente. Las reformas estructurales que se proponen deben ser profundas e inmediatas. No es el momento para medias medidas.
Bélgica está en peligro de convertirse en un narcoestado. La amenaza organizada que amenaza al poder judicial no puede ignorarse. Es hora de tomar medidas drásticas para proteger a los jueces y garantizar la independencia del sistema judicial.
La amenaza de la extinción del Estado de derecho en Bélgica no tiene misterio. Un sistema judicial sumido en corrupción y violencia, donde los jueces viven bajo protección policial, es un panorama desalentador que se está convirtiendo en la realidad.
Una carta abierta escrita por una juez de instrucción de Amberes revela las dimensiones de la crisis. La magistrada sostiene que "se han afianzado amplias estructuras mafiosas, que se han convertido en una fuerza paralela que desafía no solo a la policía, sino también al poder judicial".
La carta plantea una pregunta fundamental: ¿estamos evolucionando hacia un narcoestado? La respuesta parece ser sí. Una economía ilegal multimillonaria, corrupción que "permea las instituciones" y violencia e intimidación de la justicia son solo algunos de los indicadores que sugieren el desplome del Estado de derecho en Bélgica.
La juez pide medidas de corto plazo para proteger a los magistrados, pero reconoce que el problema es estructural. La cuestión no es si el Estado está amenazado, sino cómo se defenderá.
El caso más reciente de un tiroteo mortal en una estación de metro, donde un grupo de jóvenes encapuchados abrieron fuego y huyeron por los túneles del metro sin ser detenidos, es solo uno más de muchos conflictos que marcan el paisaje belga.
En Bélgica, la lucha contra el narcotráfico está en crisis. El país se está sumiendo en un sistema judicial debilitado y corrompido, donde la seguridad de los jueces y su independencia son cuestiones del pasado.
La situación en Bélgica es alarmante. En las últimas semanas, ha habido una serie de tiroteos relacionados con ajustes de cuentas entre bandas de drogas. Los jueces están asustados y temen por sus vidas. La justicia está al borde del colapso.
La juez que escribió la carta abierta advierte: "Si el poder judicial comienza a funcionar mal, se trata de un peligroso ataque a nuestra democracia".
Estamos ante una crisis grave en Bélgica. La lucha contra el narcotráfico ha llegado a un punto crítico. La seguridad de los jueces y la independencia del sistema judicial están siendo amenazadas.
La situación requiere una respuesta urgente. Las reformas estructurales que se proponen deben ser profundas e inmediatas. No es el momento para medias medidas.
Bélgica está en peligro de convertirse en un narcoestado. La amenaza organizada que amenaza al poder judicial no puede ignorarse. Es hora de tomar medidas drásticas para proteger a los jueces y garantizar la independencia del sistema judicial.