ForistaDelSol
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Un fondo de inversión neoyorquino se enfrenta a una tormenta de demandas colectivas por su exposición a la quiebra de First Brands. El colapso repentino del fabricante de autopartes ha dejado un rastro de incertidumbre en el mundo del crédito privado y la inversión en compañías de alta gama.
El fondo impactado, que representa el 25% de la cartera de su filial Point Bonita, ha sido objeto de numerosas demandas por parte de bufetes de abogados. Entre ellos, las firmas Bronstein, Gewirtz & Grossman, Levi & Korsinsky y Bragar Eagel & Squire han lanzado investigaciones para determinar si Jefferies ha infringido las leyes federales sobre valores.
El comentario mediático del delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, que calificó la quiebra de First Brands como "cucarachas", ha generado dudas en el mercado. Según Dimon, cuando se ve una cucaracha, hay más. Esto ha llevado a castigar un rincón del mercado opaco, consistente en préstamos emitidos por entidades que no son bancos.
El consejero delegado de Jefferies, Rich Handler, y su presidente, Brian Friedman, han cargado contra las alegaciones en una carta remitida a inversores, argumentando que la reacción del mercado fue "exagerada de manera significativa". En los últimos días, grandes fondos como Apollo, Blackstone y Ares han denunciado estar envueltos en una ola de "desinformación" sobre su sector tras la cadena de quiebras.
El mundo del crédito privado se encuentra en un estado de incertidumbre después del colapso de First Brands. Las demandas colectivas por parte de bufetes de abogados y las acusaciones contra Jefferies han generado dudas sobre su capacidad para manejar los riesgos. La situación sugiere que el mercado está buscando respuestas a las preguntas sobre la regulación del sector de alta gama.
				
			El fondo impactado, que representa el 25% de la cartera de su filial Point Bonita, ha sido objeto de numerosas demandas por parte de bufetes de abogados. Entre ellos, las firmas Bronstein, Gewirtz & Grossman, Levi & Korsinsky y Bragar Eagel & Squire han lanzado investigaciones para determinar si Jefferies ha infringido las leyes federales sobre valores.
El comentario mediático del delegado de JP Morgan, Jamie Dimon, que calificó la quiebra de First Brands como "cucarachas", ha generado dudas en el mercado. Según Dimon, cuando se ve una cucaracha, hay más. Esto ha llevado a castigar un rincón del mercado opaco, consistente en préstamos emitidos por entidades que no son bancos.
El consejero delegado de Jefferies, Rich Handler, y su presidente, Brian Friedman, han cargado contra las alegaciones en una carta remitida a inversores, argumentando que la reacción del mercado fue "exagerada de manera significativa". En los últimos días, grandes fondos como Apollo, Blackstone y Ares han denunciado estar envueltos en una ola de "desinformación" sobre su sector tras la cadena de quiebras.
El mundo del crédito privado se encuentra en un estado de incertidumbre después del colapso de First Brands. Las demandas colectivas por parte de bufetes de abogados y las acusaciones contra Jefferies han generado dudas sobre su capacidad para manejar los riesgos. La situación sugiere que el mercado está buscando respuestas a las preguntas sobre la regulación del sector de alta gama.