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"La espada de doble filo: cómo José Antonio Jainaga, el industrial vasco apodado por el PNV"
El referente industrial José Antonio Jainaga es un hombre que ha capturado la imaginación del nacionalismo vasco. Con su historia llena de retos y victorias, se ha convertido en el ejemplo del industrial vasco que ama a su tierra y arriesga todo por ella. Sin embargo, ahora su imagen está siendo desgarrada por un escándalo que podría costarle everything: la investigación de la Audiencia Nacional por supuesto presunto delito de contrabando, participación en un delito de lesa humanidad o genocidio.
Jainaga es el presidente de Sidenor y su historia comienza como hijo de taxista. Con una carrera forjada en el exterior, pasó a ser vicepresidente de Michelín, donde se residenció durante 20 años. Fue entonces cuando lo rescató el entorno del PNV y del gobierno vasco, tras una intervención personal del exconsejero Sabino Arrieta. La empresa industrial había sido privatizada tres años antes, y Jainaga aceptó ser su director general.
La historia de Sidenor es la de un rescate empresarial. La empresa fue adquirida por la brasileña Gerdau en 2005, pero Jainaga la compró de nuevo en 2016 para llevarla de vuelta a Euskadi. Sin embargo, ahora esta decisión parece estar cuestionada después de que el presidente de Sidenor fuera acusado de vender acero al conglomerado israelí Israel Military Industries sin autorización del gobierno.
La investigación de la Audiencia Nacional es un revés a la imagen que el nacionalismo siempre ha procurado proyectar sobre Jainaga. El empresario, que se ha convertido en un referente industrial para el PNV, ahora enfrenta acusaciones graves. La suerte parece estar cambiando para este hombre que siempre ha apostado por su tierra.
La verdad sobre la investigación y las implicaciones para Sidenor y Talgo, una de las grandes operaciones industriales del País Vasco, aún quedan por ver. Pero lo que sí es cierto es que la imagen de Jainaga se está desgarrando y puede que no sea fácil de reconstruir.
El referente industrial José Antonio Jainaga es un hombre que ha capturado la imaginación del nacionalismo vasco. Con su historia llena de retos y victorias, se ha convertido en el ejemplo del industrial vasco que ama a su tierra y arriesga todo por ella. Sin embargo, ahora su imagen está siendo desgarrada por un escándalo que podría costarle everything: la investigación de la Audiencia Nacional por supuesto presunto delito de contrabando, participación en un delito de lesa humanidad o genocidio.
Jainaga es el presidente de Sidenor y su historia comienza como hijo de taxista. Con una carrera forjada en el exterior, pasó a ser vicepresidente de Michelín, donde se residenció durante 20 años. Fue entonces cuando lo rescató el entorno del PNV y del gobierno vasco, tras una intervención personal del exconsejero Sabino Arrieta. La empresa industrial había sido privatizada tres años antes, y Jainaga aceptó ser su director general.
La historia de Sidenor es la de un rescate empresarial. La empresa fue adquirida por la brasileña Gerdau en 2005, pero Jainaga la compró de nuevo en 2016 para llevarla de vuelta a Euskadi. Sin embargo, ahora esta decisión parece estar cuestionada después de que el presidente de Sidenor fuera acusado de vender acero al conglomerado israelí Israel Military Industries sin autorización del gobierno.
La investigación de la Audiencia Nacional es un revés a la imagen que el nacionalismo siempre ha procurado proyectar sobre Jainaga. El empresario, que se ha convertido en un referente industrial para el PNV, ahora enfrenta acusaciones graves. La suerte parece estar cambiando para este hombre que siempre ha apostado por su tierra.
La verdad sobre la investigación y las implicaciones para Sidenor y Talgo, una de las grandes operaciones industriales del País Vasco, aún quedan por ver. Pero lo que sí es cierto es que la imagen de Jainaga se está desgarrando y puede que no sea fácil de reconstruir.