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"La deuda" es una película que hace mella en el público. Daniel Guzmán dirige este thriller social y lo lanza a las pantallas con una historia que agita conciencias. Itziar Ituño protagoniza la película, interpretando a una madre que pierde a su hijo y se enfrenta a una gran culpa. La actriz nos muestra cómo esa sensación de culpa puede llevar a un sentimiento de impotencia.
En una entrevista con el Diario El Mundo, Itziar Ituño habla sobre la película y cómo la interpretó. Después de analizar algunos guiones que parecían más interesantes que otros, se dio cuenta de que todos tenían algo que decirle a ella sobre la sociedad actual: "Me gustan las películas que agitan conciencias".
La actriz también habla sobre su experiencia en la fábrica y cómo se sintió al principio cuando salió a trabajar como actriz. "Yo cobraba más que mi padre en la fábrica, pero se me caía la cara de vergüenza", cuenta. Es una historia que nos hace reflexionar sobre lo que significa la igualdad y la justicia social.
Además, Itziar habla sobre su proceso de investigación para la película. Aprendió mucho sobre el duelo y cómo las personas pueden sentirse impotentes cuando pierden a alguien querido. "Destripamos mucho el personaje entre los dos", cuenta la actriz. También tuvo que hacer preguntas a gente que había tenido una experiencia de segunda mano para entender mejor el proceso del duelo.
La actriz también aborda el tema de la culpa y cómo puede llevar a un sentimiento de impotencia. "La culpa es ese sentimiento inculcado judeocristiano que tiene mucho de 'os arrepentiréis'", explica Itziar. También habla sobre el personaje de Lucas, que es una víctima de esa culpa. "Yo soy la víctima de ese sentimiento de culpa", dice.
En cuanto a su propia carrera como actriz, Itziar habla sobre cómo se sintió después de salir en "Goenkale". "A mí me vieron en todo el mundo y no me quedé con nada", cuenta. Pero la actriz agradece que hubiera sido una oportunidad para cambiar su vida.
Finalmente, la actriz expresa su deseo de seguir hablando sobre temas sociales y políticos. "El cine que después de salir genera ganas de hablar es el bueno", dice Itziar. Añade que cree que las películas tienen el poder de agitar conciencias y generar cambios.
En una entrevista con el Diario El Mundo, Itziar Ituño habla sobre la película y cómo la interpretó. Después de analizar algunos guiones que parecían más interesantes que otros, se dio cuenta de que todos tenían algo que decirle a ella sobre la sociedad actual: "Me gustan las películas que agitan conciencias".
La actriz también habla sobre su experiencia en la fábrica y cómo se sintió al principio cuando salió a trabajar como actriz. "Yo cobraba más que mi padre en la fábrica, pero se me caía la cara de vergüenza", cuenta. Es una historia que nos hace reflexionar sobre lo que significa la igualdad y la justicia social.
Además, Itziar habla sobre su proceso de investigación para la película. Aprendió mucho sobre el duelo y cómo las personas pueden sentirse impotentes cuando pierden a alguien querido. "Destripamos mucho el personaje entre los dos", cuenta la actriz. También tuvo que hacer preguntas a gente que había tenido una experiencia de segunda mano para entender mejor el proceso del duelo.
La actriz también aborda el tema de la culpa y cómo puede llevar a un sentimiento de impotencia. "La culpa es ese sentimiento inculcado judeocristiano que tiene mucho de 'os arrepentiréis'", explica Itziar. También habla sobre el personaje de Lucas, que es una víctima de esa culpa. "Yo soy la víctima de ese sentimiento de culpa", dice.
En cuanto a su propia carrera como actriz, Itziar habla sobre cómo se sintió después de salir en "Goenkale". "A mí me vieron en todo el mundo y no me quedé con nada", cuenta. Pero la actriz agradece que hubiera sido una oportunidad para cambiar su vida.
Finalmente, la actriz expresa su deseo de seguir hablando sobre temas sociales y políticos. "El cine que después de salir genera ganas de hablar es el bueno", dice Itziar. Añade que cree que las películas tienen el poder de agitar conciencias y generar cambios.