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Un recién nacido y su madre han sido involucrados en un caso trágico y polémico que ha sacudido la ciudad eslovaca de Bratislava. La historia comenzó cuando una mujer vietnamita de 40 años, madre de cuatro hijos más, acudió al hospital con fuertes hemorragias tras dar a luz. Los médicos notaron que no llevaba consigo al recién nacido y alertaron a la policía inmediatamente.
La investigación reveló que en el domicilio familiar se encontraron restos de sangre y, sorprendentemente, el cuerpo del bebé envuelto en toallas dentro de una lavadora. La primera detención fue de ambos progenitores, pero tras interrogar al padre, quedó en libertad al determinarse que no conocía el nacimiento del bebé.
La madre, por su parte, fue imputada por el delito de "asesinato de un recién nacido por parte de su madre", una figura contemplada en la legislación eslovaca con penas de entre cuatro y ocho años de prisión. La fiscalía ha reunido pruebas suficientes para sostener la acusación, pero la defensa sostiene otra versión: que la mujer no recuerda bien lo ocurrido y sufría problemas de salud durante el parto.
Tras permanecer tres días detenida, la madre compareció ante el tribunal de Bratislava. El juez rechazó la petición de prisión preventiva y acordó su libertad bajo control judicial, pero con restricciones: debe presentarse periódicamente ante un agente de libertad condicional, entregar su pasaporte y está prohibido abandonar el país. La fiscalía ha recurrido esta decisión, lo que dejará que el Tribunal Regional de Bratislava resuelva si la acusada continúa el proceso en libertad o regresa a prisión preventiva.
La investigación reveló que en el domicilio familiar se encontraron restos de sangre y, sorprendentemente, el cuerpo del bebé envuelto en toallas dentro de una lavadora. La primera detención fue de ambos progenitores, pero tras interrogar al padre, quedó en libertad al determinarse que no conocía el nacimiento del bebé.
La madre, por su parte, fue imputada por el delito de "asesinato de un recién nacido por parte de su madre", una figura contemplada en la legislación eslovaca con penas de entre cuatro y ocho años de prisión. La fiscalía ha reunido pruebas suficientes para sostener la acusación, pero la defensa sostiene otra versión: que la mujer no recuerda bien lo ocurrido y sufría problemas de salud durante el parto.
Tras permanecer tres días detenida, la madre compareció ante el tribunal de Bratislava. El juez rechazó la petición de prisión preventiva y acordó su libertad bajo control judicial, pero con restricciones: debe presentarse periódicamente ante un agente de libertad condicional, entregar su pasaporte y está prohibido abandonar el país. La fiscalía ha recurrido esta decisión, lo que dejará que el Tribunal Regional de Bratislava resuelva si la acusada continúa el proceso en libertad o regresa a prisión preventiva.