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Gerardo Werthein, canciller de Javier Milei, presentó su renuncia el miércoles, justo a cuatro días de las elecciones legislativas. La decisión del ministro saliente se suma a la creciente incertidumbre política y económica que está sumando presión al gobierno ultraderechista.
La renuncia de Werthein se produjo en un momento sensible para las relaciones exteriores de Argentina, cuando el gobierno está al borde de dejarse llevar por Estados Unidos. El presidente de EE UU había anunciado un rescate multimillonario para el país sudamericano, pero lo supeditó a la incertidumbre electoral.
Werthein había sido apuntado dentro de la Casa Rosada por el resultado amargo del encuentro con Donald Trump la semana pasada. El anuncio del presidente de EE UU terminó agudizando la turbulencia financiera y empujando la caída del peso argentino contra el dólar.
La salida de Werthein fue una expectativa durante el fin de semana, y se confirmó en la mañana del miércoles. La renuncia adelanta el recambio de funcionarios que el presidente había confirmado para después de las elecciones.
El canciller saliente había seguido al pie de la letra el alineamiento incondicional de Milei con los gobiernos de Estados Unidos e Israel. Participó en las negociaciones que derivaron en la reunión bilateral de Trump y Milei, donde se avanzó en el auxilio económico de EE UU para Argentina.
Las críticas internas más duras contra el rol del ministro Werthein se originaron en Las Fuerzas del Cielo, la agrupación que se define como “la guardia pretoriana” de Milei. Uno de sus lugartenientes, Daniel Parisini, hizo explícito su malestar con Werthein tras la reunión en Washington.
La renuncia de Werthein presenta un escenario muy incierto para las elecciones del domingo. El plan económico de Milei no ha tenido éxito, y la actividad y el consumo continúan estancados. La demanda de dólares como cobertura ante la inestabilidad se profundiza.
La encuesta más reciente pronostica un resultado muy parejo con el peronismo, lo que sugiere que las elecciones podrían ser muy disputadas.
La renuncia de Werthein se produjo en un momento sensible para las relaciones exteriores de Argentina, cuando el gobierno está al borde de dejarse llevar por Estados Unidos. El presidente de EE UU había anunciado un rescate multimillonario para el país sudamericano, pero lo supeditó a la incertidumbre electoral.
Werthein había sido apuntado dentro de la Casa Rosada por el resultado amargo del encuentro con Donald Trump la semana pasada. El anuncio del presidente de EE UU terminó agudizando la turbulencia financiera y empujando la caída del peso argentino contra el dólar.
La salida de Werthein fue una expectativa durante el fin de semana, y se confirmó en la mañana del miércoles. La renuncia adelanta el recambio de funcionarios que el presidente había confirmado para después de las elecciones.
El canciller saliente había seguido al pie de la letra el alineamiento incondicional de Milei con los gobiernos de Estados Unidos e Israel. Participó en las negociaciones que derivaron en la reunión bilateral de Trump y Milei, donde se avanzó en el auxilio económico de EE UU para Argentina.
Las críticas internas más duras contra el rol del ministro Werthein se originaron en Las Fuerzas del Cielo, la agrupación que se define como “la guardia pretoriana” de Milei. Uno de sus lugartenientes, Daniel Parisini, hizo explícito su malestar con Werthein tras la reunión en Washington.
La renuncia de Werthein presenta un escenario muy incierto para las elecciones del domingo. El plan económico de Milei no ha tenido éxito, y la actividad y el consumo continúan estancados. La demanda de dólares como cobertura ante la inestabilidad se profundiza.
La encuesta más reciente pronostica un resultado muy parejo con el peronismo, lo que sugiere que las elecciones podrían ser muy disputadas.