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"En la era de la sobrecarga familiar, ¿qué hacer con el tiempo libre infantil? Una cuestión que plantea a las madres y padres una auténtica carrera de fondo.
La realidad es que el tiempo libre infantil se ha convertido en una fuente de estrés para muchas familias. Las actividades extraescolares, como el karate, la música o el inglés, parecen ser la solución. Pero ¿qué pasa con el aburrimiento? ¿Y con el juego libre, sin estructura ni objetivos?
La respuesta de Milos Salgueda, psicóloga clínica especializada en acompañamiento emocional, es que "darles siempre actividades, estar siempre pendientes no permite que ellos toleren la frustración". En otras palabras, las familias deben aprender a dejar que sus hijos tomen decisiones y manejan su propio tiempo.
Héctor Pinotti, director del Departamento de Escuela y Ocio de la Fundació Pere Tarrés, destaca el valor del aburrimiento. "El aburrimiento educa, porque te hace aprender a imaginar, a buscarte tus propios recursos, que ganes autonomía". En otras palabras, es importante dejar que los niños descubran sus intereses y pasatiempos sin la presión de las actividades extraescolares.
La clave para una crianza equilibrada es encontrar un equilibrio entre estructura y libertad. Las familias deben aprender a crear espacios para el juego libre, sin objetivos ni estructura, donde sus hijos puedan explorar y descubrir su propio interés.
En conclusión, no siempre tener que hacer algo es crecer. A veces, simplemente dejar que nuestros hijos sean se les debe permitir encontrar su propio camino en la vida.
La realidad es que el tiempo libre infantil se ha convertido en una fuente de estrés para muchas familias. Las actividades extraescolares, como el karate, la música o el inglés, parecen ser la solución. Pero ¿qué pasa con el aburrimiento? ¿Y con el juego libre, sin estructura ni objetivos?
La respuesta de Milos Salgueda, psicóloga clínica especializada en acompañamiento emocional, es que "darles siempre actividades, estar siempre pendientes no permite que ellos toleren la frustración". En otras palabras, las familias deben aprender a dejar que sus hijos tomen decisiones y manejan su propio tiempo.
Héctor Pinotti, director del Departamento de Escuela y Ocio de la Fundació Pere Tarrés, destaca el valor del aburrimiento. "El aburrimiento educa, porque te hace aprender a imaginar, a buscarte tus propios recursos, que ganes autonomía". En otras palabras, es importante dejar que los niños descubran sus intereses y pasatiempos sin la presión de las actividades extraescolares.
La clave para una crianza equilibrada es encontrar un equilibrio entre estructura y libertad. Las familias deben aprender a crear espacios para el juego libre, sin objetivos ni estructura, donde sus hijos puedan explorar y descubrir su propio interés.
En conclusión, no siempre tener que hacer algo es crecer. A veces, simplemente dejar que nuestros hijos sean se les debe permitir encontrar su propio camino en la vida.