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La planta arbórea, un elemento común en nuestros jardines y espacios verdes, puede convertirse en un motivo de conflicto entre vecinos si no se mide con cuidado su distancia con respecto a las líneas divisorias.
El artículo 591 del Código Civil establece que los árboles deben plantarse a una distancia autorizada por las ordenanzas o costumbres locales, y en su defecto a 2 metros de la línea divisoria de las heredades si se trata de árboles altos y a 50 centímetros de distancia para arbustos o árboles bajos.
Si un vecino incumple esta obligación legal, el dueño de la propiedad cercana puede solicitar que se arranquen los árboles plantados en menor distancia. Por otro lado, si las ramas del árbol invaden su jardín o patios vecinos, el dueño de éstos tiene derecho a reclamar su eliminación.
Pero ¿qué pasa con la caída de un árbol? En este caso, depende si la caída fue causada por una causa evitable (mal mantenimiento) o inevitable (fenómenos meteorológicos adversos como un tornado). Si la caída fue evitable, el responsable es el propietario del árbol. Sin embargo, si la caída fue inevitable, en la mayoría de los casos, el responsable de reparar los daños será la aseguradora contratada por el dueño del árbol.
En este sentido, Pete Piotrowski, jefe de siniestros de Hippo, explica que si un árbol del jardín de su vecino se cae y daña su casa debido a un riesgo cubierto por su seguro (como fuertes vientos, huracanes, rayos, incendios, vandalismo o granizo), el dueño del árbol no será responsable de los daños.
Por otro lado, si el árbol está visiblemente dañado o en descomposición y cae sobre la casa, él podría ser responsable de los daños.
El artículo 591 del Código Civil establece que los árboles deben plantarse a una distancia autorizada por las ordenanzas o costumbres locales, y en su defecto a 2 metros de la línea divisoria de las heredades si se trata de árboles altos y a 50 centímetros de distancia para arbustos o árboles bajos.
Si un vecino incumple esta obligación legal, el dueño de la propiedad cercana puede solicitar que se arranquen los árboles plantados en menor distancia. Por otro lado, si las ramas del árbol invaden su jardín o patios vecinos, el dueño de éstos tiene derecho a reclamar su eliminación.
Pero ¿qué pasa con la caída de un árbol? En este caso, depende si la caída fue causada por una causa evitable (mal mantenimiento) o inevitable (fenómenos meteorológicos adversos como un tornado). Si la caída fue evitable, el responsable es el propietario del árbol. Sin embargo, si la caída fue inevitable, en la mayoría de los casos, el responsable de reparar los daños será la aseguradora contratada por el dueño del árbol.
En este sentido, Pete Piotrowski, jefe de siniestros de Hippo, explica que si un árbol del jardín de su vecino se cae y daña su casa debido a un riesgo cubierto por su seguro (como fuertes vientos, huracanes, rayos, incendios, vandalismo o granizo), el dueño del árbol no será responsable de los daños.
Por otro lado, si el árbol está visiblemente dañado o en descomposición y cae sobre la casa, él podría ser responsable de los daños.