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Ocho joyas robadas en el corazón de París: un golpe que ha dejado al Louvre con la boca aguijada.
En una noche sin luz, los ladrones dejaron una huella indeleble en uno de los museos más visitados del mundo. Un par de pendientes de esmeraldas de incalculable valor fue el objetivo del robo, junto a otros seis objetos de lujo que se llevaron con ellos. Se estima que el total del valor de las joyas robadas en este ataque es inmenso.
Entre los ladrones, se encontraban seis esmeraldas que brillan como diamantes en la oscuridad. El par de pendientes fue un regalo de Napoleón a María Luisa de Austria durante su matrimonio. En 2004, las joyas pasaron a formar parte del museo del Louvre, donde hoy permanecen cautivas.
El caso del robo en el Louvre sigue sin resolver y los investigadores siguen buscando pistas para localizar a los ladrones y recuperar los objetos robados. El valor de estas joyas es un misterio que solo el destino sabrá desvelar.
En una noche sin luz, los ladrones dejaron una huella indeleble en uno de los museos más visitados del mundo. Un par de pendientes de esmeraldas de incalculable valor fue el objetivo del robo, junto a otros seis objetos de lujo que se llevaron con ellos. Se estima que el total del valor de las joyas robadas en este ataque es inmenso.
Entre los ladrones, se encontraban seis esmeraldas que brillan como diamantes en la oscuridad. El par de pendientes fue un regalo de Napoleón a María Luisa de Austria durante su matrimonio. En 2004, las joyas pasaron a formar parte del museo del Louvre, donde hoy permanecen cautivas.
El caso del robo en el Louvre sigue sin resolver y los investigadores siguen buscando pistas para localizar a los ladrones y recuperar los objetos robados. El valor de estas joyas es un misterio que solo el destino sabrá desvelar.