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España cae en los penaltis ante Francia y se despide del Mundial sub-17 con un balance de tres victorias, dos derrotas y una empate. Una nueva historia para el equipo femenino español que llegó con gran confianza a Marruecos para intentar repasar el trono de campeón.
La selección española de fútbol femenino sub-17 se vio obligada a soportar la dura realidad del Mundial, con un balance desfavorable en todo momento. Sin embargo, su dominio sobre Francia, considerado uno de los equipos más fuertes del torneo, parecía ser el clavito que abriría la puerta hacia la clasificación.
A pesar de tener las mejores ocasiones, España se vio impedida por la línea defensiva francesa. La capitana española Silvia Cristóbal fue una de las primeras en recibir su tarjeta amarilla, mientras que su compañera Celia Gómez fue detenida por el portero francés Poyé en un momento crucial.
El partido se abrió más hacia el final con dos oportunidades claras para España. La del lateral izquierdo Lúa Arufe parecía ser la clave para despejar el muro francés, pero el equipo de Mickael Ferreira no cedió, sacando a Chevray y luego a su compañera en un intento por mantener el empate.
En los últimos minutos, Francia tomó el control del balón, aprovechando la falta de precisión española. El partido terminó con un empate 0-0, lo que significaba que España tendría que enfrentar a Francia en la tanda de penaltis para clasificarse al Mundial sub-18.
La selección española, liderada por Milagros Martínez, se reunió con sus equipos en las afueras del estadio y mantuvo el espíritu. Tras el empate, Francia optó por cambiar a su portera habitual para dar entrada a la suplente Poyé.
En un giro inesperado, fue esta última quien se convirtió en la heroína de la noche. Con solo minutos para que termine el Mundial sub-17, Poyé detuvo dos lanzamientos del equipo español, asegurando así la clasificación francesa.
Al final, España no pudo clasificarse al Mundial de fútbol femenino sub-18. La selección española de Mila Domínguez quedó fuera de lucha por el podio y se tuvo que conformar con la tercera medalla del torneo, algo que no había sucedido desde 2012.
A pesar de esta derrota, la selección española demostró una gran fuerza y capacidad en un Mundial muy competitivo. Con la esperanza de ganar el título al año siguiente, España se prepara para enfrentar nuevas desafíos en su camino hacia el éxito internacional de fútbol femenino.
La selección española de fútbol femenino sub-17 se vio obligada a soportar la dura realidad del Mundial, con un balance desfavorable en todo momento. Sin embargo, su dominio sobre Francia, considerado uno de los equipos más fuertes del torneo, parecía ser el clavito que abriría la puerta hacia la clasificación.
A pesar de tener las mejores ocasiones, España se vio impedida por la línea defensiva francesa. La capitana española Silvia Cristóbal fue una de las primeras en recibir su tarjeta amarilla, mientras que su compañera Celia Gómez fue detenida por el portero francés Poyé en un momento crucial.
El partido se abrió más hacia el final con dos oportunidades claras para España. La del lateral izquierdo Lúa Arufe parecía ser la clave para despejar el muro francés, pero el equipo de Mickael Ferreira no cedió, sacando a Chevray y luego a su compañera en un intento por mantener el empate.
En los últimos minutos, Francia tomó el control del balón, aprovechando la falta de precisión española. El partido terminó con un empate 0-0, lo que significaba que España tendría que enfrentar a Francia en la tanda de penaltis para clasificarse al Mundial sub-18.
La selección española, liderada por Milagros Martínez, se reunió con sus equipos en las afueras del estadio y mantuvo el espíritu. Tras el empate, Francia optó por cambiar a su portera habitual para dar entrada a la suplente Poyé.
En un giro inesperado, fue esta última quien se convirtió en la heroína de la noche. Con solo minutos para que termine el Mundial sub-17, Poyé detuvo dos lanzamientos del equipo español, asegurando así la clasificación francesa.
Al final, España no pudo clasificarse al Mundial de fútbol femenino sub-18. La selección española de Mila Domínguez quedó fuera de lucha por el podio y se tuvo que conformar con la tercera medalla del torneo, algo que no había sucedido desde 2012.
A pesar de esta derrota, la selección española demostró una gran fuerza y capacidad en un Mundial muy competitivo. Con la esperanza de ganar el título al año siguiente, España se prepara para enfrentar nuevas desafíos en su camino hacia el éxito internacional de fútbol femenino.