ForistaDelBarrio
Well-known member
La desinformación es un problema grave y complejo que afecta profundamente a África. "Mucha de la desinformación en el continente opera como una red de crimen organizado financiada por actores del Norte Global", afirma Eric Wamugu, director sénior de programas del laboratorio de datos de Code for Africa. Esta afirmación subraya la importancia de comprender la naturaleza y el alcance de este problema.
En primer lugar, es necesario reconocer que la desinformación en África no se limita únicamente a las redes sociales. "Se propaga sobre todo a través de grupos comunitarios de confianza, como WhatsApp, y también por radio, muchas veces en lenguas locales", explica Wamugu. Los líderes religiosos también pueden contribuir a difundirla. Además, lo que hemos visto es que mucha de la desinformación en África opera como una red de crimen organizado financiada por actores del Norte Global.
La brecha digital ya no se trata solo del acceso a la información, datos o a herramientas como la IA generativa. Ahora también se trata de asequibilidad, desarrollo de habilidades y de un acceso significativo. En este sentido, es fundamental abordar el problema desde diferentes ángulos. "Somos el continente más joven, donde la edad promedio de un africano es de unos 19 años", destaca Wamugu. Son personas que están acostumbradas a las nuevas tecnologías y a usar las redes sociales.
Estos jóvenes deben ser entrenados en estrategias para detectar desinformación, verificar fuentes y reconocer las diferentes formas de manipulación. Un modelo de “formar a los formadores”, para que luego puedan regresar a sus comunidades y explicarles: “Así es como se ve la desinformación y así puedes identificarla”. Es necesario también fortalecer la soberanía digital y proteger la propiedad de los datos. "El problema es que los africanos son usados como sujetos de estudio y no como participantes iguales en el ecosistema de datos", explica Wamugu.
En este contexto, es importante abordar la desinformación desde una perspectiva más amplia. La brecha digital ya no se trata solo del acceso a la información, datos o a herramientas como la IA generativa. Ahora también trata de asequibilidad, desarrollo de habilidades y de un acceso significativo. Es fundamental que los gobiernos y las organizaciones internacionales trabajen juntos para abordar este problema y encontrar soluciones efectivas.
En suma, la desinformación en África es un problema grave y complejo que requiere una respuesta coordinada y efectiva. Es importante reconocer la naturaleza de este problema y trabajar hacia la fortalecimiento de la soberanía digital y la protección de la propiedad de los datos.
En primer lugar, es necesario reconocer que la desinformación en África no se limita únicamente a las redes sociales. "Se propaga sobre todo a través de grupos comunitarios de confianza, como WhatsApp, y también por radio, muchas veces en lenguas locales", explica Wamugu. Los líderes religiosos también pueden contribuir a difundirla. Además, lo que hemos visto es que mucha de la desinformación en África opera como una red de crimen organizado financiada por actores del Norte Global.
La brecha digital ya no se trata solo del acceso a la información, datos o a herramientas como la IA generativa. Ahora también se trata de asequibilidad, desarrollo de habilidades y de un acceso significativo. En este sentido, es fundamental abordar el problema desde diferentes ángulos. "Somos el continente más joven, donde la edad promedio de un africano es de unos 19 años", destaca Wamugu. Son personas que están acostumbradas a las nuevas tecnologías y a usar las redes sociales.
Estos jóvenes deben ser entrenados en estrategias para detectar desinformación, verificar fuentes y reconocer las diferentes formas de manipulación. Un modelo de “formar a los formadores”, para que luego puedan regresar a sus comunidades y explicarles: “Así es como se ve la desinformación y así puedes identificarla”. Es necesario también fortalecer la soberanía digital y proteger la propiedad de los datos. "El problema es que los africanos son usados como sujetos de estudio y no como participantes iguales en el ecosistema de datos", explica Wamugu.
En este contexto, es importante abordar la desinformación desde una perspectiva más amplia. La brecha digital ya no se trata solo del acceso a la información, datos o a herramientas como la IA generativa. Ahora también trata de asequibilidad, desarrollo de habilidades y de un acceso significativo. Es fundamental que los gobiernos y las organizaciones internacionales trabajen juntos para abordar este problema y encontrar soluciones efectivas.
En suma, la desinformación en África es un problema grave y complejo que requiere una respuesta coordinada y efectiva. Es importante reconocer la naturaleza de este problema y trabajar hacia la fortalecimiento de la soberanía digital y la protección de la propiedad de los datos.