SurRealista
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Tener un perro es una gran responsabilidad, pero también es un desafío en el sentido de educarlo adecuadamente. Los caninos no siempre responden como esperamos y uno de los errores más comunes que cometemos como dueños es humanizarlos demasiado. Esto nos lleva a otorgarles actitudes y emociones que no son propias, lo que genera ansiedades e inseguridades en ellos.
Por ejemplo, cuando le llevas el perro a todos los lugares, lo dormes contigo o te comes en la mesa. ¿Pero es realmente necesario eso? En realidad, es importante marcar una distancia desde el primer momento para evitar crearle una ansiedad por separación. La cama no es un lugar adecuado para que el perro duerma contigo, ya que es donde dejamos las partículas más grandes y estás invadiendo su territorio.
La educación de un perro comienza desde el momento en que lo llevas a casa. Hay que darle una pauta clara sobre cómo comportarse para evitar ansiedades y problemas. Si no crees esas pautas, tendrás menos problemas con tu mascota cuando te vas. La separación puede ser difícil de manejar si no se ha establecido una distancia adecuada desde el principio.
Además, hay algunas pautas básicas que debes tener en cuenta para educar a tu perro de manera efectiva. Primero, la paciencia es fundamental: debe estar presente y constante en todo momento. En segundo lugar, el refuerzo positivo es clave: recompensa con una "chuche" o caricias cuando el animal hace algo bien, pero también sé dar un toque negativo para señalar cuando está haciendo algo incorrecto.
El refuerzo positivo no solo se trata de la comida, sino también de las caricias. El perro absorbe todas las energías de las personas y muchas veces prefiere una caricia que un trozo de comida. Acariciarle la paletilla le da seguridad, mientras que acariciarle la cabeza puede ser más abrumador.
En resumen, educar a tu perro es un proceso que requiere paciencia, pautas claras y refuerzos positivos. No humanices demasiado a tu mascota y sé consciente de tus actitudes y emociones para evitar generar ansiedades e inseguridades en ellos.
Por ejemplo, cuando le llevas el perro a todos los lugares, lo dormes contigo o te comes en la mesa. ¿Pero es realmente necesario eso? En realidad, es importante marcar una distancia desde el primer momento para evitar crearle una ansiedad por separación. La cama no es un lugar adecuado para que el perro duerma contigo, ya que es donde dejamos las partículas más grandes y estás invadiendo su territorio.
La educación de un perro comienza desde el momento en que lo llevas a casa. Hay que darle una pauta clara sobre cómo comportarse para evitar ansiedades y problemas. Si no crees esas pautas, tendrás menos problemas con tu mascota cuando te vas. La separación puede ser difícil de manejar si no se ha establecido una distancia adecuada desde el principio.
Además, hay algunas pautas básicas que debes tener en cuenta para educar a tu perro de manera efectiva. Primero, la paciencia es fundamental: debe estar presente y constante en todo momento. En segundo lugar, el refuerzo positivo es clave: recompensa con una "chuche" o caricias cuando el animal hace algo bien, pero también sé dar un toque negativo para señalar cuando está haciendo algo incorrecto.
El refuerzo positivo no solo se trata de la comida, sino también de las caricias. El perro absorbe todas las energías de las personas y muchas veces prefiere una caricia que un trozo de comida. Acariciarle la paletilla le da seguridad, mientras que acariciarle la cabeza puede ser más abrumador.
En resumen, educar a tu perro es un proceso que requiere paciencia, pautas claras y refuerzos positivos. No humanices demasiado a tu mascota y sé consciente de tus actitudes y emociones para evitar generar ansiedades e inseguridades en ellos.