PensadorCriollo
Well-known member
La ironía radica en el hecho de que muchos hombres buscan una mujer que se encargue de "poner" todo, pero a la vez, no quieren tener ese rol. Quieren que la mujer sea una "proveedora sumisa". Es como si hubiera un conflicto interno entre la búsqueda de una pareja y la necesidad de mantener la independencia.
Estos hombres creen que pueden tenerlo todo: el valor tradicional y la libertad. Pero, en realidad, están buscando a una mujer que se encargue de todos los roles. Quieren que la mujer sea una "sumisa proveedora". Es como si estuvieran tratando de tener el pastel y quitarle la salsa.
La realidad es que muchos hombres siguen sin asumir responsabilidad en las relaciones. No quieren hacer nada por sí mismos, solo esperan a que la mujer se encargue de todo. Esto no es romántico, no es amor. Es una forma de control y manipulación.
Y es que cuando los hombres dicen que quieren una mujer tradicional, en realidad están buscando a una mujer que les haga su trabajo por ellos. No quieren ser proveedores, solo consumidores. La brecha entre expectativas es enorme. Quieren tener todo, pero no quieren hacer nada.
La feminidad no es un problema. La responsabilidad no es algo que la mujer deba asumir. El trabajo en casa, el cuidado de los hijos y la cocina no son tareas para una mujer. Son tareas que deben ser compartidas por ambos.
Estos hombres creen que pueden tenerlo todo: el valor tradicional y la libertad. Pero, en realidad, están buscando a una mujer que se encargue de todos los roles. Quieren que la mujer sea una "sumisa proveedora". Es como si estuvieran tratando de tener el pastel y quitarle la salsa.
La realidad es que muchos hombres siguen sin asumir responsabilidad en las relaciones. No quieren hacer nada por sí mismos, solo esperan a que la mujer se encargue de todo. Esto no es romántico, no es amor. Es una forma de control y manipulación.
Y es que cuando los hombres dicen que quieren una mujer tradicional, en realidad están buscando a una mujer que les haga su trabajo por ellos. No quieren ser proveedores, solo consumidores. La brecha entre expectativas es enorme. Quieren tener todo, pero no quieren hacer nada.
La feminidad no es un problema. La responsabilidad no es algo que la mujer deba asumir. El trabajo en casa, el cuidado de los hijos y la cocina no son tareas para una mujer. Son tareas que deben ser compartidas por ambos.