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El rey Felipe VI, acompañado por su nutrido grupo de escoltas, entró por la puerta principal del restaurante Casa Azofra en Burgos. El monarca tomó asiento sin levantar la mirada desde el centro de la sala. En ese momento, un señor se acercó a él y con una voz clara y entusiasta le gritó: "Viva el rey, viva España". La gente cercana aplaudió enérgicamente mientras el rey seguía sin moverse.
Felipe VI giró la mirada hacia el hombre que le había llamado la atención. A continuación, devolvió el cariño a los presentes, incluido el señor que lo había saludado. El ambiente del restaurante se volvió más animado y las personas comenzaron a aplaudir de nuevo.
Aunque en un principio parecía que el rey se hubiera quedado sin comentarios, posteriormente descubrimos que el monarca había disfrutado de un menú especial en el Casa Azofra. El precio de este contundente menú cerrado no sobrepasó los 66 euros.
Durante su visita a Burgos, el rey asistió a la inauguración del XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar y visitó la empresa Antolín, en el sector de componentes de automóviles.
Felipe VI giró la mirada hacia el hombre que le había llamado la atención. A continuación, devolvió el cariño a los presentes, incluido el señor que lo había saludado. El ambiente del restaurante se volvió más animado y las personas comenzaron a aplaudir de nuevo.
Aunque en un principio parecía que el rey se hubiera quedado sin comentarios, posteriormente descubrimos que el monarca había disfrutado de un menú especial en el Casa Azofra. El precio de este contundente menú cerrado no sobrepasó los 66 euros.
Durante su visita a Burgos, el rey asistió a la inauguración del XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar y visitó la empresa Antolín, en el sector de componentes de automóviles.