LatinoEnRedMateX
Well-known member
El modelo de habitaciones se está convirtiendo en una realidad en el área de Barcelona y su conurbación. Según entidades sociales y vecinales, cada vez más personas están siendo forzadas a vivir solas o junto a familiares en una habitación, incluso sin derecho al uso de zonas comunes como el comedor.
La tradición era que las habitaciones se alquilaban a estudiantes, migrantes o personas que venían temporalmente o que se acababan de emancipar. Sin embargo, con la subida de los precios del alquiler y compra, esta tendencia ha cambiado y ahora es más común que personas locales recurren al alquiler de habitaciones debido a sus limitados ingresos.
Según Carolina Orozco, doctora en Geografía e investigadora postdoctoral en la Universidad de Barcelona, el colectivo de residentes en habitaciones se está ampliando a otros perfiles sociodemográficos que son expulsados del mercado tradicional. "Cada vez lo tienen más difícil para salir de ahí y buscar otras opciones residenciales con mejores características", destaca.
Además, Orozco afirma que el alquiler de habitaciones juega un papel clave en la inserción residencial de la población extranjera como un primer punto de anclaje. Sin embargo, esta temporalidad teórica de la vivienda en habitaciones "empieza a perpetuarse" en la Barcelona metropolitana.
El alquiler de habitaciones es una opción residencial que ha ganado relevancia en el mercado debido a la falta de oferta a precios accesibles y la dependencia absoluta del mercado libre, donde el 'stock' residencial compite por el mejor postor con los mercados de alquiler residencial, temporal y turístico.
Orozco reclama que es necesario un debate estructural de fondo para marcar una hoja de ruta y un pacto estatal por la vivienda, garantizando una financiación estable para las políticas de vivienda social y asequible. También destaca la falta de regulación específica para el alquiler de habitaciones y el subarriendo como un vacío legal significativo que tiene consecuencias directas en la exclusión y vulnerabilidad de sus usuarios.
El estudio también muestra una correlación positiva entre el número de anuncios de alquiler de habitaciones y el porcentaje de población nacida en el extranjero. Las zonas centrales de Barcelona, fuertemente turistificadas, muestran una alta concentración de anuncios a precios elevados destinados a perfiles del norte global.
En el ámbito metropolitano, las entidades sociales y vecinales coinciden en que el modelo de habitaciones se está convirtiendo en una realidad. Carles Sagués, de la Plataforma Sant Roc som Badalona, señala que hace años que tratan con casos de personas vulnerables que viven en habitaciones, pero que este modelo es "cada vez más la última alternativa y cada vez más complicada".
En L'Hospitalet, el Sindicat de Llogaters alerta sobre las dificultades que afrontan las familias, muchas de origen extranjero, para acceder a una vivienda en un mercado tan tensionado. Ferran Font, Director de Estudios y Portavoz del portal Pisos.com, explica que el perfil tradicional ha cambiado y ahora es más común que personas compartan vivienda debido a las dificultades de acceso a la propiedad.
El estudio también destaca el paulatino descenso de este régimen de tenencia en la población autóctona, sobre todo en los residentes de entre 25 y 34 años. El acceso a la vivienda se ha complicado en la capital catalana y su conurbación, transformando el modelo de tenencia donde el alquiler ha roto con la hegemonía de la propiedad.
La tradición era que las habitaciones se alquilaban a estudiantes, migrantes o personas que venían temporalmente o que se acababan de emancipar. Sin embargo, con la subida de los precios del alquiler y compra, esta tendencia ha cambiado y ahora es más común que personas locales recurren al alquiler de habitaciones debido a sus limitados ingresos.
Según Carolina Orozco, doctora en Geografía e investigadora postdoctoral en la Universidad de Barcelona, el colectivo de residentes en habitaciones se está ampliando a otros perfiles sociodemográficos que son expulsados del mercado tradicional. "Cada vez lo tienen más difícil para salir de ahí y buscar otras opciones residenciales con mejores características", destaca.
Además, Orozco afirma que el alquiler de habitaciones juega un papel clave en la inserción residencial de la población extranjera como un primer punto de anclaje. Sin embargo, esta temporalidad teórica de la vivienda en habitaciones "empieza a perpetuarse" en la Barcelona metropolitana.
El alquiler de habitaciones es una opción residencial que ha ganado relevancia en el mercado debido a la falta de oferta a precios accesibles y la dependencia absoluta del mercado libre, donde el 'stock' residencial compite por el mejor postor con los mercados de alquiler residencial, temporal y turístico.
Orozco reclama que es necesario un debate estructural de fondo para marcar una hoja de ruta y un pacto estatal por la vivienda, garantizando una financiación estable para las políticas de vivienda social y asequible. También destaca la falta de regulación específica para el alquiler de habitaciones y el subarriendo como un vacío legal significativo que tiene consecuencias directas en la exclusión y vulnerabilidad de sus usuarios.
El estudio también muestra una correlación positiva entre el número de anuncios de alquiler de habitaciones y el porcentaje de población nacida en el extranjero. Las zonas centrales de Barcelona, fuertemente turistificadas, muestran una alta concentración de anuncios a precios elevados destinados a perfiles del norte global.
En el ámbito metropolitano, las entidades sociales y vecinales coinciden en que el modelo de habitaciones se está convirtiendo en una realidad. Carles Sagués, de la Plataforma Sant Roc som Badalona, señala que hace años que tratan con casos de personas vulnerables que viven en habitaciones, pero que este modelo es "cada vez más la última alternativa y cada vez más complicada".
En L'Hospitalet, el Sindicat de Llogaters alerta sobre las dificultades que afrontan las familias, muchas de origen extranjero, para acceder a una vivienda en un mercado tan tensionado. Ferran Font, Director de Estudios y Portavoz del portal Pisos.com, explica que el perfil tradicional ha cambiado y ahora es más común que personas compartan vivienda debido a las dificultades de acceso a la propiedad.
El estudio también destaca el paulatino descenso de este régimen de tenencia en la población autóctona, sobre todo en los residentes de entre 25 y 34 años. El acceso a la vivienda se ha complicado en la capital catalana y su conurbación, transformando el modelo de tenencia donde el alquiler ha roto con la hegemonía de la propiedad.