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En el corazón de Asturias, hay un pueblo que parece sacado directamente de un cuento de hadas. Bandujo, con sus calles estrechas y casas de piedra, es un auténtico edén que merece mucho la pena conocer.
Este pequeño pueblo, ubicado en el Valle del Trubia dentro del Parque Natural de las Ubiña-Mesa, es considerado el pueblo más antiguo de Asturias. Su origen se remonta al siglo IX y sigue siendo un testimonio del espíritu medieval que una vez caracterizó a esta región.
El casco urbano de Bandujo es un ejemplo perfecto de la arquitectura tradicional asturiana, con decenas de casas de piedra que se mantienen fielmente a los cánones de la zona. En el centro de la localidad se levanta la impresionante Torre de Tuñón, una imponente construcción del siglo XIV de índole militar que es uno de los principales monumentos de la villa.
La Iglesia de Santa María es otro tesoro medieval que tiene en Bandujo. Es un templo románico del siglo X que es una muestra más del carácter de la Edad Media de esta apasionante parroquia del concejo de Proaza. Además, las calles urbanas y las afueras de la villa están llenas de pintorescos hórreos que añaden encanto a este paraíso rural declarado Bien de Interés Cultural.
La naturaleza que rodea a Bandujo es inhóspita pero hermosa. El pueblo se encuentra enclavado en el Valle del Trubia, dentro de un asombroso Parque Natural de las Ubiña-Mesa, Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Aunque hasta la década de los 80 no tenían agua corriente, eso también es lo que hace que su entorno sea de película.
Es ideal para amantes de la naturaleza y para completar una de las muchas rutas de senderismo que se encuentran en el entorno local. Bandujo está a solo una hora de Oviedo, y desde la capital asturiana, tan solo hay que tomar la A-63 y luego virar por la AS-228 y finalmente tomar el estrecho desvío que lleva hasta la localidad.
En resumen, Bandujo es un pueblo que no te decepcionará. Su arquitectura tradicional, su historia medieval y su entorno natural lo convierten en un auténtico paraíso rural que merece ser visitado.
Este pequeño pueblo, ubicado en el Valle del Trubia dentro del Parque Natural de las Ubiña-Mesa, es considerado el pueblo más antiguo de Asturias. Su origen se remonta al siglo IX y sigue siendo un testimonio del espíritu medieval que una vez caracterizó a esta región.
El casco urbano de Bandujo es un ejemplo perfecto de la arquitectura tradicional asturiana, con decenas de casas de piedra que se mantienen fielmente a los cánones de la zona. En el centro de la localidad se levanta la impresionante Torre de Tuñón, una imponente construcción del siglo XIV de índole militar que es uno de los principales monumentos de la villa.
La Iglesia de Santa María es otro tesoro medieval que tiene en Bandujo. Es un templo románico del siglo X que es una muestra más del carácter de la Edad Media de esta apasionante parroquia del concejo de Proaza. Además, las calles urbanas y las afueras de la villa están llenas de pintorescos hórreos que añaden encanto a este paraíso rural declarado Bien de Interés Cultural.
La naturaleza que rodea a Bandujo es inhóspita pero hermosa. El pueblo se encuentra enclavado en el Valle del Trubia, dentro de un asombroso Parque Natural de las Ubiña-Mesa, Reserva de la Biosfera de la UNESCO. Aunque hasta la década de los 80 no tenían agua corriente, eso también es lo que hace que su entorno sea de película.
Es ideal para amantes de la naturaleza y para completar una de las muchas rutas de senderismo que se encuentran en el entorno local. Bandujo está a solo una hora de Oviedo, y desde la capital asturiana, tan solo hay que tomar la A-63 y luego virar por la AS-228 y finalmente tomar el estrecho desvío que lleva hasta la localidad.
En resumen, Bandujo es un pueblo que no te decepcionará. Su arquitectura tradicional, su historia medieval y su entorno natural lo convierten en un auténtico paraíso rural que merece ser visitado.