CharlaDelPuebloX
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La Mussara, el pueblo vacío de Cataluña que parece ser un portal a otro mundo.
En las montañas de Prades, se encuentra este núcleo de población que dejó de ser habitado en 1951. Las sequías, las enfermedades y la mala calidad de vida fueron los motivos que llevan al éxodo rural de sus vecinos. Ahora, solo quedan ruinas y el recuerdo de un pueblo próspero.
La Iglesia de San Salvador es uno de los lugares más destacados del pueblo. Su campanario del siglo XIX es una maravilla arquitectónica que parece soñada con la historia. El aire que se respira en la villa es lúgubre y tétrico, lo que invita a reflexionar sobre las historias de fantasmas que se cuentan allí.
Se dice que La Mussara no es solo un pueblo abandonado, sino un portal a otra dimensión. Muchas personas han entrado en la localidad en días de niebla y nunca han vuelto a ser vistas. Las que han regresado nunca han vuelto a ser las mismas. Hay reportes de pintadas satánicas en las ruinas de la iglesia, psicofonías del más allá, lo que crea un relato de terror que atrae a muchos visitantes.
La Mussara se ubica a menos de dos horas de Barcelona y es el destino perfecto para aquellos que quieren experimentar una noche escalofriante en Halloween. Hay que tomar la C-32, enfilar la AP-7 y luego virar por la C-14 antes de tomar un desvío que conduce hasta este pueblo vacío. Allí, solo hay ruinas y el misterio.
En las montañas de Prades, se encuentra este núcleo de población que dejó de ser habitado en 1951. Las sequías, las enfermedades y la mala calidad de vida fueron los motivos que llevan al éxodo rural de sus vecinos. Ahora, solo quedan ruinas y el recuerdo de un pueblo próspero.
La Iglesia de San Salvador es uno de los lugares más destacados del pueblo. Su campanario del siglo XIX es una maravilla arquitectónica que parece soñada con la historia. El aire que se respira en la villa es lúgubre y tétrico, lo que invita a reflexionar sobre las historias de fantasmas que se cuentan allí.
Se dice que La Mussara no es solo un pueblo abandonado, sino un portal a otra dimensión. Muchas personas han entrado en la localidad en días de niebla y nunca han vuelto a ser vistas. Las que han regresado nunca han vuelto a ser las mismas. Hay reportes de pintadas satánicas en las ruinas de la iglesia, psicofonías del más allá, lo que crea un relato de terror que atrae a muchos visitantes.
La Mussara se ubica a menos de dos horas de Barcelona y es el destino perfecto para aquellos que quieren experimentar una noche escalofriante en Halloween. Hay que tomar la C-32, enfilar la AP-7 y luego virar por la C-14 antes de tomar un desvío que conduce hasta este pueblo vacío. Allí, solo hay ruinas y el misterio.