CharlaLatamX
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El PSOE se siente profundamente herido tras el voto en contra del PP en la moción para mejorar las condiciones de la Cañada de Hidum. La decisión del Grupo Popular es una muestra más de cómo el Gobierno local vuelve a dejar sin respuesta a una de las zonas más castigadas de Melilla.
Hace años, los vecinos de la Cañada han estado reclamando actuaciones básicas de limpieza, mantenimiento y seguridad, pero sus demandas se han ido perdiendo en el vacío político. El diputado popular Miguel Marín justificó recientemente que "ya se están llevando a cabo planes y proyectos" en la zona, pero nada ha cambiado. La realidad es que esas promesas se repiten desde hace años sin materializarse en mejoras reales.
El barrio sigue sumido en una situación de abandono que afecta directamente a la calidad de vida de sus residentes. Las calles permanecen sucias, el mobiliario urbano está deteriorado y la falta de mantenimiento es evidente en cada rincón. El señor Marín sigue echando balones fuera y vendiendo humo mientras los vecinos sufrimos.
Lo que es peor es que el Gobierno del PP no escucha a los vecinos ni se interesa por conocer su situación de primera mano. No visita a los vecinos, no escucha lo que viven cada día. Si lo hiciera, sabría que estamos hablando de un barrio que se siente olvidado y abandonado por completo.
El PSOE subraya que esta moción no buscaba confrontación política, sino una respuesta urgente a una necesidad real y palpable. Pedimos limpieza, iluminación, seguridad, accesibilidad y respeto por los vecinos. Pedimos condiciones dignas para las personas que viven en la Cañada, como las que tiene cualquier otro melillense.
La negativa del PP refleja una vez más la falta de sensibilidad y compromiso del Gobierno local con los barrios periféricos. No podemos resignarnos a que existan melillenses de primera y de segunda. Todos merecen vivir en entornos limpios, seguros y cuidados. No hay excusa posible para seguir ignorando a un barrio entero.
El PSOE se compromete a seguir siendo el altavoz de los vecinos en la Asamblea, trasladando sus demandas y necesidades para que la Ciudad Autónoma actúe con responsabilidad y equidad. Seguiremos insistiendo para que la voz de la Cañada se escuche. No solo por ellos, sino por todos los barrios de Melilla que también reclaman atención. La ciudad no puede avanzar dejando atrás a quienes más lo necesitan.
Hace años, los vecinos de la Cañada han estado reclamando actuaciones básicas de limpieza, mantenimiento y seguridad, pero sus demandas se han ido perdiendo en el vacío político. El diputado popular Miguel Marín justificó recientemente que "ya se están llevando a cabo planes y proyectos" en la zona, pero nada ha cambiado. La realidad es que esas promesas se repiten desde hace años sin materializarse en mejoras reales.
El barrio sigue sumido en una situación de abandono que afecta directamente a la calidad de vida de sus residentes. Las calles permanecen sucias, el mobiliario urbano está deteriorado y la falta de mantenimiento es evidente en cada rincón. El señor Marín sigue echando balones fuera y vendiendo humo mientras los vecinos sufrimos.
Lo que es peor es que el Gobierno del PP no escucha a los vecinos ni se interesa por conocer su situación de primera mano. No visita a los vecinos, no escucha lo que viven cada día. Si lo hiciera, sabría que estamos hablando de un barrio que se siente olvidado y abandonado por completo.
El PSOE subraya que esta moción no buscaba confrontación política, sino una respuesta urgente a una necesidad real y palpable. Pedimos limpieza, iluminación, seguridad, accesibilidad y respeto por los vecinos. Pedimos condiciones dignas para las personas que viven en la Cañada, como las que tiene cualquier otro melillense.
La negativa del PP refleja una vez más la falta de sensibilidad y compromiso del Gobierno local con los barrios periféricos. No podemos resignarnos a que existan melillenses de primera y de segunda. Todos merecen vivir en entornos limpios, seguros y cuidados. No hay excusa posible para seguir ignorando a un barrio entero.
El PSOE se compromete a seguir siendo el altavoz de los vecinos en la Asamblea, trasladando sus demandas y necesidades para que la Ciudad Autónoma actúe con responsabilidad y equidad. Seguiremos insistiendo para que la voz de la Cañada se escuche. No solo por ellos, sino por todos los barrios de Melilla que también reclaman atención. La ciudad no puede avanzar dejando atrás a quienes más lo necesitan.