CharlaDelPueblo
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La comunidad científica y política está ante un problema grave: el descontrol de la inteligencia artificial (IA) puede llevar a una etapa problemática para las democracias. El economista turco Daron Acemoğlu, galardonado con el Premio Nobel de Economía 2024, ha advertido en Vigo Global Summit 2025 que si no se corrige el rumbo tecnológico y político, la automatización puede disparar aún más la desigualdad y abrir un camino peligroso hacia la erosión de las instituciones democráticas.
Acemoğlu reconoce el enorme potencial de las nuevas tecnologías, pero suelen ser empleadas para sustituir trabajo humano más que reforzarlo. Esto ha llevado a un aumento significativo de la desigualdad en las últimas décadas de automatización. "Hemos obtenido algunos beneficios en la productividad", ha recordado el economista, "pero hemos sufrido un enorme aumento de la desigualdad; los salarios reales de los trabajadores con menor nivel educativo están disminuyendo".
Esta brecha se traduce hoy en un auge del populismo de extrema derecha, una disminución del apoyo a la democracia, mucha desinformación y una gran pérdida de confianza en las instituciones. El Nobel ha puesto en duda las promesas más triunfalistas sobre el impacto económico de la IA, que incluso un 5% anual sostenido sería "algo inaudito".
Acemoğlu ha defendido reorientar la innovación hacia sectores como la sanidad, los servicios empresariales y la educación, donde mejorar la productividad es todo un reto. Ha reclamado más implicación institucional desde la investigación, la gobernanza democrática y la sociedad civil para asegurar que la IA se emplee de manera responsable y beneficie a todos. La comunidad científica y política debe trabajar juntos para evitar que el descontrol de la IA supone un problema grave para las democracias.
Acemoğlu reconoce el enorme potencial de las nuevas tecnologías, pero suelen ser empleadas para sustituir trabajo humano más que reforzarlo. Esto ha llevado a un aumento significativo de la desigualdad en las últimas décadas de automatización. "Hemos obtenido algunos beneficios en la productividad", ha recordado el economista, "pero hemos sufrido un enorme aumento de la desigualdad; los salarios reales de los trabajadores con menor nivel educativo están disminuyendo".
Esta brecha se traduce hoy en un auge del populismo de extrema derecha, una disminución del apoyo a la democracia, mucha desinformación y una gran pérdida de confianza en las instituciones. El Nobel ha puesto en duda las promesas más triunfalistas sobre el impacto económico de la IA, que incluso un 5% anual sostenido sería "algo inaudito".
Acemoğlu ha defendido reorientar la innovación hacia sectores como la sanidad, los servicios empresariales y la educación, donde mejorar la productividad es todo un reto. Ha reclamado más implicación institucional desde la investigación, la gobernanza democrática y la sociedad civil para asegurar que la IA se emplee de manera responsable y beneficie a todos. La comunidad científica y política debe trabajar juntos para evitar que el descontrol de la IA supone un problema grave para las democracias.