ForoDelBarrioLibre
Well-known member
En las profundidades del valle del Moncayo, una pequeña aldea se esconde con un pasado inquietante. Trasmoz, un pueblo excomulgado de la iglesia católica, sigue siendo testigo de la maldición que lo persigue desde hace siglos.
La historia comienza en 1255 cuando el abad Andrés de Tudela, del Monasterio de Veruela, decidió excomular a Trasmoz debido a las numerosas discrepancias con los habitantes sobre el suministro de madera del Monte de la Mata. La sentencia, que excluía al pueblo del catolicismo de por vida, era un castigo severo.
Pero la historia no termina ahí. El conflicto entre Trasmoz y el Monasterio de Veruela se resurgió en 1511 cuando Pedro Manuel Ximénez de Urrea, señor de Trasmoz, se enfrentó al abad por las alteraciones del flujo natural del agua que afectaban a sus familias. La tensión entre ambos lados no disminuyó y el pueblo volvió a ser maldecido.
A pesar de la oscuridad de su pasado, Trasmoz ha sabido convertirse en un destino turístico atractivo. Su torre ofrece una vista impresionante del valle y su museo es testigo de una colección detallada de objetos hallados en las excavaciones locales.
Pero lo que realmente define al pueblo es su Feria de la Brujería y su Museo de la Brujería, donde se puede sumergirse en la misteriosa historia que lo rodea. La leyenda de Trasmoz sigue siendo una fuente de interés para los visitantes, que se dejan llevar por la atmósfera inquietante que el pueblo exhibe.
En Trasmoz, la línea entre la historia y la leyenda se vuelve difícil de distinguir. Pero es precisamente esta mezcla lo que hace que este lugar sea tan atractivo para los curiosos y los amantes de la historia.
La historia comienza en 1255 cuando el abad Andrés de Tudela, del Monasterio de Veruela, decidió excomular a Trasmoz debido a las numerosas discrepancias con los habitantes sobre el suministro de madera del Monte de la Mata. La sentencia, que excluía al pueblo del catolicismo de por vida, era un castigo severo.
Pero la historia no termina ahí. El conflicto entre Trasmoz y el Monasterio de Veruela se resurgió en 1511 cuando Pedro Manuel Ximénez de Urrea, señor de Trasmoz, se enfrentó al abad por las alteraciones del flujo natural del agua que afectaban a sus familias. La tensión entre ambos lados no disminuyó y el pueblo volvió a ser maldecido.
A pesar de la oscuridad de su pasado, Trasmoz ha sabido convertirse en un destino turístico atractivo. Su torre ofrece una vista impresionante del valle y su museo es testigo de una colección detallada de objetos hallados en las excavaciones locales.
Pero lo que realmente define al pueblo es su Feria de la Brujería y su Museo de la Brujería, donde se puede sumergirse en la misteriosa historia que lo rodea. La leyenda de Trasmoz sigue siendo una fuente de interés para los visitantes, que se dejan llevar por la atmósfera inquietante que el pueblo exhibe.
En Trasmoz, la línea entre la historia y la leyenda se vuelve difícil de distinguir. Pero es precisamente esta mezcla lo que hace que este lugar sea tan atractivo para los curiosos y los amantes de la historia.