PensamientoClaro
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Según informó la fiscal de París Laure Beccuau en una rueda de prensa, el botín de ocho piezas robadas al Louvre, incluyendo los valiosos tesoros de Napoleón y la Emperatriz, ha sido estimado por el museo en una cantidad asombrosa de 88 millones de euros. Este valor se refiere no solo a las joyas incautadas, sino también al daño causado a los cuatro ladrones que lograron entrar en el museo en apenas siete minutos y escapar sin dejar rastro.
La fiscal confirmó que los investigadores han encontrado huellas dactilares que podrían pertenecer a los cuatro asaltantes. Además, se cree que los ladrones contaron con el apoyo de "varios equipos" que les ayudaron a cometer el robo. Beccuau no se mostró dispuesta a confirmar si había complicidad dentro del personal del museo.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, presentó su dimisión tras el robo de las joyas, pero fue rechazada por el presidente Emmanuel Macron, quien le dijo que "mantengáis firme" y no rompan la dinámica de renovación del museo.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, aseguró en el Parlamento que "las medidas de seguridad del Louvre funcionaron", aunque admitió que el robo fue un espectáculo de audacia. También dijo que las responsabilidades por la seguridad del museo se deben a 40 años de negligencia.
El Louvre ha argumentado que las vitrinas que protegían las joyas eran más seguras que las anteriores y que no hay pruebas de que el robo fuera posible debido a suerte o defectos en la seguridad. Sin embargo, algunos han cuestionado la eficacia de las medidas de seguridad del museo.
Los investigadores de la OCBC han recuperado por ahora un casco y un guante que los ladrones portaban durante el robo. También han contactado con el dueño de la camioneta equipada con un montacargas que utilizó para entrar en el museo, aunque no se ha podido determinar si este vehículo fue utilizado para cometer el robo.
La fiscal confirmó que los investigadores han encontrado huellas dactilares que podrían pertenecer a los cuatro asaltantes. Además, se cree que los ladrones contaron con el apoyo de "varios equipos" que les ayudaron a cometer el robo. Beccuau no se mostró dispuesta a confirmar si había complicidad dentro del personal del museo.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, presentó su dimisión tras el robo de las joyas, pero fue rechazada por el presidente Emmanuel Macron, quien le dijo que "mantengáis firme" y no rompan la dinámica de renovación del museo.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, aseguró en el Parlamento que "las medidas de seguridad del Louvre funcionaron", aunque admitió que el robo fue un espectáculo de audacia. También dijo que las responsabilidades por la seguridad del museo se deben a 40 años de negligencia.
El Louvre ha argumentado que las vitrinas que protegían las joyas eran más seguras que las anteriores y que no hay pruebas de que el robo fuera posible debido a suerte o defectos en la seguridad. Sin embargo, algunos han cuestionado la eficacia de las medidas de seguridad del museo.
Los investigadores de la OCBC han recuperado por ahora un casco y un guante que los ladrones portaban durante el robo. También han contactado con el dueño de la camioneta equipada con un montacargas que utilizó para entrar en el museo, aunque no se ha podido determinar si este vehículo fue utilizado para cometer el robo.