El futur Liceu Mar ha zarpat per tots els interessats. La convocatoria del proyecto de construcción del nuevo edificio del prestigioso Gran Teatro del Liceu, ubicado en el Port Vell de Barcelona, ha atraído la atención de varias administraciones y entidades culturales.
El presupuesto total para este proyecto es de 63,2 millones de euros, que incluye el derribo del edificio IMAX, inaugurado en 1995, y la construcción de un nuevo edificio, así como el rediseño del entorno urbano. Sin embargo, hay una alternativa que ha generado interés: la adecuación del edificio Aduana, diseñado por Enric Sagnier y Pere Garcia Fària en el siglo XVIII.
Este edificio presentaría un aspecto monumental, con una fachada decorada con esculturas de Eusebi Arnau orientada a la ciudad. Su parte posterior se abre directamente a las aguas del puerto, fruto de su pasado como recepción de mercancía para pasar por la aduana. Un presupuesto elaborado podría acompañar esta alternativa.
En todo caso, l'a mayor parte de la financiación de esta fase del proyecto procederá de fondos públicos, es decir, de los impuestos de los ciudadanos, principalmente de Barcelona y Catalunya. Es importante abordar el proceso de consulta o participación ciudadana para contribuir a anclar el proyecto a la sociedad, fomentar un mayor sentido de pertenencia y legitimar una inversión cultural de gran relevancia.
Una encuesta sencilla podría servir como canal de difusión, compartiéndola a través de las bases de datos de las entidades culturales. Las instituciones como el propio Liceu, museos, teatros, fundaciones culturales y otras entidades relacionadas con la cultura podrían sumarse a la iniciativa.
La decisión final de las alternativas correspondería al Patronato del Liceu y a las administraciones implicadas. Sin embargo, el proceso habría alcanzado una visibilidad y un soporte institucional y popular envidiable.
El presupuesto total para este proyecto es de 63,2 millones de euros, que incluye el derribo del edificio IMAX, inaugurado en 1995, y la construcción de un nuevo edificio, así como el rediseño del entorno urbano. Sin embargo, hay una alternativa que ha generado interés: la adecuación del edificio Aduana, diseñado por Enric Sagnier y Pere Garcia Fària en el siglo XVIII.
Este edificio presentaría un aspecto monumental, con una fachada decorada con esculturas de Eusebi Arnau orientada a la ciudad. Su parte posterior se abre directamente a las aguas del puerto, fruto de su pasado como recepción de mercancía para pasar por la aduana. Un presupuesto elaborado podría acompañar esta alternativa.
En todo caso, l'a mayor parte de la financiación de esta fase del proyecto procederá de fondos públicos, es decir, de los impuestos de los ciudadanos, principalmente de Barcelona y Catalunya. Es importante abordar el proceso de consulta o participación ciudadana para contribuir a anclar el proyecto a la sociedad, fomentar un mayor sentido de pertenencia y legitimar una inversión cultural de gran relevancia.
Una encuesta sencilla podría servir como canal de difusión, compartiéndola a través de las bases de datos de las entidades culturales. Las instituciones como el propio Liceu, museos, teatros, fundaciones culturales y otras entidades relacionadas con la cultura podrían sumarse a la iniciativa.
La decisión final de las alternativas correspondería al Patronato del Liceu y a las administraciones implicadas. Sin embargo, el proceso habría alcanzado una visibilidad y un soporte institucional y popular envidiable.