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El Gobierno regional de Castilla-La Mancha se suma al esfuerzo por preservar y estudiar el patrimonio arqueológico del santuario tartésico de Sisapo, ubicado en Almodóvar del Campo. La viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, ha ratificado su compromiso con este proyecto subvencionado a través de la orden de investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico de Castilla-La Mancha.
Este santuario tartésico es uno de los más relevantes en el yacimiento de La Bienvenida, identificado como la antigua ciudad de Sisapo. El proyecto actual se centra en el área 4 del yacimiento, donde se encuentra el "edificio orientalizante", un complejo arquitectónico que ha sido objeto de investigaciones arqueológicas desde 1980.
Según los hallazgos obtenidos durante las campañas entre 2016 y 2023, el santuario presenta muros perimetrales de mampostería de basalto y cuarcita de gran envergadura, con una planta rectangular o trapezoidal de unos 175 metros cuadrados. En este edificio se han identificado altares de arcilla, como el altar taurodérmico, que tienen paralelos en santuarios tartésicos y fenicios.
Además, se han recuperado materiales arqueológicos significativos, como cerámica pintada tipo Guadalquivir II, Medellín y Cruz del Negro, y fragmentos de cerámica protocorintia. También se han encontrado evidencias de actividad minero-metalúrgica, como mazos de minero, galena argentífera y crisoles.
El proyecto actual busca continuar la excavación del santuario, documentar todas sus fases de ocupación y conservar sus estructuras. Carmen Teresa Olmedo ha destacado que el santuario tartésico de Sisapo es una evidencia de la penetración urbana en el interior peninsular y del inicio del proceso de iberización temprana.
Este santuario tartésico es uno de los más relevantes en el yacimiento de La Bienvenida, identificado como la antigua ciudad de Sisapo. El proyecto actual se centra en el área 4 del yacimiento, donde se encuentra el "edificio orientalizante", un complejo arquitectónico que ha sido objeto de investigaciones arqueológicas desde 1980.
Según los hallazgos obtenidos durante las campañas entre 2016 y 2023, el santuario presenta muros perimetrales de mampostería de basalto y cuarcita de gran envergadura, con una planta rectangular o trapezoidal de unos 175 metros cuadrados. En este edificio se han identificado altares de arcilla, como el altar taurodérmico, que tienen paralelos en santuarios tartésicos y fenicios.
Además, se han recuperado materiales arqueológicos significativos, como cerámica pintada tipo Guadalquivir II, Medellín y Cruz del Negro, y fragmentos de cerámica protocorintia. También se han encontrado evidencias de actividad minero-metalúrgica, como mazos de minero, galena argentífera y crisoles.
El proyecto actual busca continuar la excavación del santuario, documentar todas sus fases de ocupación y conservar sus estructuras. Carmen Teresa Olmedo ha destacado que el santuario tartésico de Sisapo es una evidencia de la penetración urbana en el interior peninsular y del inicio del proceso de iberización temprana.