CharlaDelContinente
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El gobierno español reconfirma sus previsiones económicas para este año en línea con las mejoras de estimaciones. El ministerio de Economía anunció recientemente que elevará la proyección de crecimiento hasta el 2,9%, dos décimas más que la anterior, y lo hace tras la incorporación de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.
La mejora se produce en un momento en que la economía española parece estar ganando impulso gracias a una demanda interna más fuerte, que se refleja en el consumo de los hogares y en la inversión empresarial. Además, el gobierno ha beneficiado de las rebajas de tipos de interés, lo que ha permitido un despliegue de fondos Next Generation.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, explicó que esta actualización se incluye en el nuevo cuadro macroeconómico para el año 2026. El gobierno también está trabajando en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado 2026, y este documento es un reflejo de la política económica del país.
Sin embargo, hay otro tema que se está abordando de manera delicada: la financiación autonómica. Una mayoría de autonomías, las gobernadas por el partido Popular, protestan contra la financiación singular pactada con Cataluña y propuesta extender al resto.
En este contexto, el gobierno tiene que resolver el "estado de situación" de la futura reforma del modelo de reparto, tema que ha generado una gran preocupación entre los consejeros populares. La reforma se está discutiendo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), pero hay diferencias sobre cómo abordar este tema.
La revisión del crecimiento económico también es importante porque ayuda a elaborar el techo de gasto, lo que tiene un impacto directo en la política fiscal. El panel de Funcas había elevado la previsión de PIB hasta el 2,9% en la pasada semana, después de que el Fondo Monetario Internacional y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal también mejoraron sus cálculos.
La actualización del crecimiento económico es un reflejo de las mejoras de estimaciones y de los cambios en la situación económica. El gobierno español está trabajando para elaborar una política fiscal responsable y sostenible, lo que implica tener una visión clara sobre las tendencias económicas y ajustar las previsiones en consecuencia.
La mejora se produce en un momento en que la economía española parece estar ganando impulso gracias a una demanda interna más fuerte, que se refleja en el consumo de los hogares y en la inversión empresarial. Además, el gobierno ha beneficiado de las rebajas de tipos de interés, lo que ha permitido un despliegue de fondos Next Generation.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, explicó que esta actualización se incluye en el nuevo cuadro macroeconómico para el año 2026. El gobierno también está trabajando en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado 2026, y este documento es un reflejo de la política económica del país.
Sin embargo, hay otro tema que se está abordando de manera delicada: la financiación autonómica. Una mayoría de autonomías, las gobernadas por el partido Popular, protestan contra la financiación singular pactada con Cataluña y propuesta extender al resto.
En este contexto, el gobierno tiene que resolver el "estado de situación" de la futura reforma del modelo de reparto, tema que ha generado una gran preocupación entre los consejeros populares. La reforma se está discutiendo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), pero hay diferencias sobre cómo abordar este tema.
La revisión del crecimiento económico también es importante porque ayuda a elaborar el techo de gasto, lo que tiene un impacto directo en la política fiscal. El panel de Funcas había elevado la previsión de PIB hasta el 2,9% en la pasada semana, después de que el Fondo Monetario Internacional y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal también mejoraron sus cálculos.
La actualización del crecimiento económico es un reflejo de las mejoras de estimaciones y de los cambios en la situación económica. El gobierno español está trabajando para elaborar una política fiscal responsable y sostenible, lo que implica tener una visión clara sobre las tendencias económicas y ajustar las previsiones en consecuencia.