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El Gobierno británico presenta una propuesta devastadora para los solicitantes de asilo: retiro de subsidios y fomento a las expulsiones.
La ministra del Interior británica, Shabana Mahmood, ha presentado en la Cámara de los Comunes un proyecto que incluye la eliminación de subsidios para aquellos que buscan refugio en el país. La propuesta está diseñada para "castigar a quienes se aprovechan de nuestra generosidad", según palabras del documento presentado.
Según Mahmood, "el sistema de asilo británico es descontrolado e injusto". La ministra justifica la necesidad de estas restricciones porque en los últimos cuatro años, el país ha recibido 400.000 solicitudes de asilo y más de 100.000 personas viven en instalaciones de acogida.
La propuesta es criticada por las organizaciones de apoyo a los migrantes y por diputados del Partido Laborista gobernante. El Centro de Derechos Laborales británico ha alertado de que "es un regalo para traficantes y explotadores", ya que la mayoría de los empresarios buscan seguridad en estos cambios.
La reforma incluye una intención de incrementar las expulsiones de solicitantes de asilo cuya petición haya sido denegada. Además, el plan prevé reanudar las expulsiones hacia países como Siria y endurecer las condiciones para la reunificación familiar, que ya no será "automática".
Las ayudas serán "discreccionales" y se revisará cada dos años y medio durante un plazo de 20 años. El documento advierte de que "la ayuda también estará condicionada a que los solicitantes de asilo cumplan con la ley de Reino Unido".
La ministra del Interior británica, Shabana Mahmood, ha presentado en la Cámara de los Comunes un proyecto que incluye la eliminación de subsidios para aquellos que buscan refugio en el país. La propuesta está diseñada para "castigar a quienes se aprovechan de nuestra generosidad", según palabras del documento presentado.
Según Mahmood, "el sistema de asilo británico es descontrolado e injusto". La ministra justifica la necesidad de estas restricciones porque en los últimos cuatro años, el país ha recibido 400.000 solicitudes de asilo y más de 100.000 personas viven en instalaciones de acogida.
La propuesta es criticada por las organizaciones de apoyo a los migrantes y por diputados del Partido Laborista gobernante. El Centro de Derechos Laborales británico ha alertado de que "es un regalo para traficantes y explotadores", ya que la mayoría de los empresarios buscan seguridad en estos cambios.
La reforma incluye una intención de incrementar las expulsiones de solicitantes de asilo cuya petición haya sido denegada. Además, el plan prevé reanudar las expulsiones hacia países como Siria y endurecer las condiciones para la reunificación familiar, que ya no será "automática".
Las ayudas serán "discreccionales" y se revisará cada dos años y medio durante un plazo de 20 años. El documento advierte de que "la ayuda también estará condicionada a que los solicitantes de asilo cumplan con la ley de Reino Unido".