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El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) Javier Tebas ha jugado una maniobra poco ética con el horario del partido de vuelta de la final de la Liga de las Naciones femenina. La selección española de fútbol femenino se vio obligada a disputar el título ante Alemania a las 18:30 horas del 2 de diciembre en el Metropolitano, condicionado por los horarios de la Liga.
En un giro inesperado, Tebas programó otro partido de gran relevancia para la Liga, el encuentro entre Barcelona y Atlético de Madrid, a las 21:00 horas. Esto arrinconó al fútbol femenino en uno de sus momentos más importantes, pese a que podría haberse programado el partido para el 3 de diciembre sin inconveniente.
La Liga parece haber querido competir contra un fútbol femenino que se ha visto obligado a recular al poner el partido a las 18:30 horas en el Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid. España esperaba batir el récord de asistencia a un partido de la selección femenina en este evento, pero todo está en el aire.
El récord de asistencia se estableció en la anterior final de la Liga de Naciones, donde España se enfrentó a Francia y reunieron 32.657 aficionados en el estadio de La Rosaleda. Ahora se esperaba superar esa cifra con un aforo próximo a los 70.000 espectadores.
Tebas ha petardeado el evento con sus horarios, lo que parece haber sido una decisión calculada para no dar oportunidad al fútbol femenino de sacar músculo y aprovecharse del boom en su popularidad tras ganar el Mundial de 2023. El fútbol femenino ha renunciado a competir, dejando sin solución prevista la disputa del título.
En un giro inesperado, Tebas programó otro partido de gran relevancia para la Liga, el encuentro entre Barcelona y Atlético de Madrid, a las 21:00 horas. Esto arrinconó al fútbol femenino en uno de sus momentos más importantes, pese a que podría haberse programado el partido para el 3 de diciembre sin inconveniente.
La Liga parece haber querido competir contra un fútbol femenino que se ha visto obligado a recular al poner el partido a las 18:30 horas en el Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid. España esperaba batir el récord de asistencia a un partido de la selección femenina en este evento, pero todo está en el aire.
El récord de asistencia se estableció en la anterior final de la Liga de Naciones, donde España se enfrentó a Francia y reunieron 32.657 aficionados en el estadio de La Rosaleda. Ahora se esperaba superar esa cifra con un aforo próximo a los 70.000 espectadores.
Tebas ha petardeado el evento con sus horarios, lo que parece haber sido una decisión calculada para no dar oportunidad al fútbol femenino de sacar músculo y aprovecharse del boom en su popularidad tras ganar el Mundial de 2023. El fútbol femenino ha renunciado a competir, dejando sin solución prevista la disputa del título.