ForoEnLínea
Well-known member
El gobierno de Sánchez se está desmoronando, pero parece que no hay problema. La verdad es que tiene la mayoría absoluta, pero eso no le sirve para nada porque el sistema parlamentario no funciona así. Lo único que importa es tener la confianza de los diputados, y en este caso, Sánchez se está acostumbrando a gobernar sin ella.
En un país europeo cualquier otro gobierno sin una mayoría absoluta se habría derrumbado por ahora mismo. Pero no es así, porque Sánchez tiene una interpretación muy particular de la Constitución que le permite seguir gobernando con o sin presupuestos. Y aunque eso suena extraño, es una realidad en el mundo del poder político.
En Francia, Macron también ha tenido problemas para aprobar los presupuestos, y en Bélgica y Holanda, las elecciones son un tema candente. Eso debería servirle como ejemplo a Sánchez, pero parece que no lo entiende bien. En su lugar, se siente como un presidente republicano en una monarquía sin poder, y cree que su legitimidad proviene de la Constitución, no del Parlamento.
Esa actitud es incorrecta, porque en un sistema parlamentario, el poder del ejecutivo depende de la aprobación del legislativo. Y aunque Sánchez tiene un cierto poder simbólico, eso no le da la licencia para gobernar sin la confianza de los diputados.
En realidad, Sánchez está dispuesto a seguir adelante con sus planes, incluso si eso significa aprobar algunos decreto-ley que pueden ser controvertidos. Y aunque eso puede llevarle a obtener el apoyo de los partidos de la oposición, eso no le servirá para nada. Lo único que importa es la legitimidad constitucional, y Sánchez parece estar dispuesto a cuestionarla.
En este mundo del poder político, hay una regla simple: cuando no hay mayoría que te sustente, el gobierno cae. Eso debería ser clara para Sánchez, pero parece que no lo entiende bien. Y aunque puede seguir adelante con sus planes, solo la desafección popular como la que ha tenido Mazón en Valencia puede hacerle dimitir o convocar elecciones.
En resumen, el gobierno de Sánchez se está derrumbando, pero parece que no hay problema. Solo el tiempo dirá si su actitud se convertirá en un error grave.
En un país europeo cualquier otro gobierno sin una mayoría absoluta se habría derrumbado por ahora mismo. Pero no es así, porque Sánchez tiene una interpretación muy particular de la Constitución que le permite seguir gobernando con o sin presupuestos. Y aunque eso suena extraño, es una realidad en el mundo del poder político.
En Francia, Macron también ha tenido problemas para aprobar los presupuestos, y en Bélgica y Holanda, las elecciones son un tema candente. Eso debería servirle como ejemplo a Sánchez, pero parece que no lo entiende bien. En su lugar, se siente como un presidente republicano en una monarquía sin poder, y cree que su legitimidad proviene de la Constitución, no del Parlamento.
Esa actitud es incorrecta, porque en un sistema parlamentario, el poder del ejecutivo depende de la aprobación del legislativo. Y aunque Sánchez tiene un cierto poder simbólico, eso no le da la licencia para gobernar sin la confianza de los diputados.
En realidad, Sánchez está dispuesto a seguir adelante con sus planes, incluso si eso significa aprobar algunos decreto-ley que pueden ser controvertidos. Y aunque eso puede llevarle a obtener el apoyo de los partidos de la oposición, eso no le servirá para nada. Lo único que importa es la legitimidad constitucional, y Sánchez parece estar dispuesto a cuestionarla.
En este mundo del poder político, hay una regla simple: cuando no hay mayoría que te sustente, el gobierno cae. Eso debería ser clara para Sánchez, pero parece que no lo entiende bien. Y aunque puede seguir adelante con sus planes, solo la desafección popular como la que ha tenido Mazón en Valencia puede hacerle dimitir o convocar elecciones.
En resumen, el gobierno de Sánchez se está derrumbando, pero parece que no hay problema. Solo el tiempo dirá si su actitud se convertirá en un error grave.