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"El TCO del coche aumenta un 27% desde la pandemia, ¿qué nos dice esto sobre el futuro de la movilidad?"
El índice total de propiedad (TCO) de un vehículo, que abarca costos como el precio de compra, consumo de combustible, mantenimiento y reparaciones, seguros y asistencia, impuestos de circulación y coste financiero, ha experimentado una subida significativa en los últimos años. Según Arval Mobility Observatory, este aumento se debe a la "tormenta perfecta" de factores que influyen en el TCO, como la inflación global, la creciente penetración de modelos SUV y la integración generalizada de características avanzadas de seguridad, tecnología y electrificación.
El precio promedio de los coches ha aumentado un 19% entre 2020 y 2025. Además, las nuevas normas comunitarias como CAFE (Corporate Average Fuel Economy) más estrictas han llevado a que fabricantes cambien la producción hacia costosos eléctricos e híbridos enchufables y reduzcan la cantidad de modelos de combustión asequibles. La complejidad de las cadenas de suministro durante el período pospandemia ha subido los costes de fabricación y transporte.
El mercado de ocasión también se ha visto afectado por la alza del vehículo nuevo, con un incremento del 44,5% entre 2020 y 2022. El precio medio de un coche de ocasión aumentó hasta registrar un incremento del 18,5% en el global de los últimos cinco años.
El estudio también destaca que los costes de combustible pueden constituir hasta el 30% del TCO de un vehículo térmico y que la crisis global de suministros y tensiones geopolíticas han provocado importantes fluctuaciones en los precios de los carburantes, cuyo aumento se ha situado en el 32% de 2020 a 2025.
En cuanto al precio de la electricidad, también ha crecido significativamente en muchos países. En la UE se ha dado un alza media del 80% para los consumidores no domésticos y de un 70% para los usuarios domésticos entre 2020 y 2024.
El mantenimiento se ha encarecido un 29% debido a la inflación de los costes laborales, cuellos de botella en la cadena de suministro de piezas de repuesto y la creciente complejidad de los vehículos. En el mismo periodo, los neumáticos y los seguros han visto crecer sus precios un 27%.
Las subidas de los tipos de interés han afectado al TCO de los vehículos adquiridos a través de algún modo de financiación y en contratos de renting. Entre 2022 y 2025, el precio del dinero se ha elevado un 35%, con un gran pico del 50% de subida en 2024.
En cuanto a medidas para contener el TCO, Arval propone cinco estrategias clave:
- Selección y dimensionamiento adecuados del vehículo o, lo que es lo mismo, elegir el coche adecuado para cada conductor y caso de uso. Se pueden lograr ahorros significativos seleccionando la segmentación correcta del vehículo: los SUV, por ejemplo, son más caros y consumen más que las berlinas equivalentes.
- Optimización de contratos, esto es, adaptar los contratos de arrendamiento, tanto en términos de duración como de kilometraje, a fin de reducir los costes mensuales. Los alquileres a 60 meses o más tienden a disminuir el TCO en comparación con los de 36 meses.
- Impacto del conductor y fomento de la conducción eficiente. El comportamiento del usuario tiene un impacto en el 60% de los componentes del TCO y, por lo tanto, desempeña un papel esencial en la optimización general.
- Estrategia de recarga. "Una estrategia de electrificación bien planificada es, además de sostenible, rentable", señala el estudio. De ahí que la introducción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables deba acompañarse de una estrategia de carga adaptada, tanto en el lugar de trabajo como en los domicilios y los espacios públicos.
- Explorar modelos de movilidad alternativos. Las empresas también pueden probar soluciones como los presupuestos de movilidad para sus empleados o los planes de renting flexible. Las fórmulas de movilidad compartida, el uso de transporte público o la combinación de distintos modos de desplazamiento pueden contribuir a reducir la huella de carbono y el coste total de los trayectos cotidianos.
El índice total de propiedad (TCO) de un vehículo, que abarca costos como el precio de compra, consumo de combustible, mantenimiento y reparaciones, seguros y asistencia, impuestos de circulación y coste financiero, ha experimentado una subida significativa en los últimos años. Según Arval Mobility Observatory, este aumento se debe a la "tormenta perfecta" de factores que influyen en el TCO, como la inflación global, la creciente penetración de modelos SUV y la integración generalizada de características avanzadas de seguridad, tecnología y electrificación.
El precio promedio de los coches ha aumentado un 19% entre 2020 y 2025. Además, las nuevas normas comunitarias como CAFE (Corporate Average Fuel Economy) más estrictas han llevado a que fabricantes cambien la producción hacia costosos eléctricos e híbridos enchufables y reduzcan la cantidad de modelos de combustión asequibles. La complejidad de las cadenas de suministro durante el período pospandemia ha subido los costes de fabricación y transporte.
El mercado de ocasión también se ha visto afectado por la alza del vehículo nuevo, con un incremento del 44,5% entre 2020 y 2022. El precio medio de un coche de ocasión aumentó hasta registrar un incremento del 18,5% en el global de los últimos cinco años.
El estudio también destaca que los costes de combustible pueden constituir hasta el 30% del TCO de un vehículo térmico y que la crisis global de suministros y tensiones geopolíticas han provocado importantes fluctuaciones en los precios de los carburantes, cuyo aumento se ha situado en el 32% de 2020 a 2025.
En cuanto al precio de la electricidad, también ha crecido significativamente en muchos países. En la UE se ha dado un alza media del 80% para los consumidores no domésticos y de un 70% para los usuarios domésticos entre 2020 y 2024.
El mantenimiento se ha encarecido un 29% debido a la inflación de los costes laborales, cuellos de botella en la cadena de suministro de piezas de repuesto y la creciente complejidad de los vehículos. En el mismo periodo, los neumáticos y los seguros han visto crecer sus precios un 27%.
Las subidas de los tipos de interés han afectado al TCO de los vehículos adquiridos a través de algún modo de financiación y en contratos de renting. Entre 2022 y 2025, el precio del dinero se ha elevado un 35%, con un gran pico del 50% de subida en 2024.
En cuanto a medidas para contener el TCO, Arval propone cinco estrategias clave:
- Selección y dimensionamiento adecuados del vehículo o, lo que es lo mismo, elegir el coche adecuado para cada conductor y caso de uso. Se pueden lograr ahorros significativos seleccionando la segmentación correcta del vehículo: los SUV, por ejemplo, son más caros y consumen más que las berlinas equivalentes.
- Optimización de contratos, esto es, adaptar los contratos de arrendamiento, tanto en términos de duración como de kilometraje, a fin de reducir los costes mensuales. Los alquileres a 60 meses o más tienden a disminuir el TCO en comparación con los de 36 meses.
- Impacto del conductor y fomento de la conducción eficiente. El comportamiento del usuario tiene un impacto en el 60% de los componentes del TCO y, por lo tanto, desempeña un papel esencial en la optimización general.
- Estrategia de recarga. "Una estrategia de electrificación bien planificada es, además de sostenible, rentable", señala el estudio. De ahí que la introducción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables deba acompañarse de una estrategia de carga adaptada, tanto en el lugar de trabajo como en los domicilios y los espacios públicos.
- Explorar modelos de movilidad alternativos. Las empresas también pueden probar soluciones como los presupuestos de movilidad para sus empleados o los planes de renting flexible. Las fórmulas de movilidad compartida, el uso de transporte público o la combinación de distintos modos de desplazamiento pueden contribuir a reducir la huella de carbono y el coste total de los trayectos cotidianos.