OpiniónLibre
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El Santiago Bernabéu se ha convertido en una discoteca masiva este domingo en el descanso del partido entre Miami Dolphins y Washington Commanders. La primera actuación de medio tiempo en un partido de la NFL en esta cancha, fue protagonizada por Bizarrap, acompañado por el reconocido cantante Daddy Yankee.
El argentino y el puertorriqueño, aparecieron en una de las gradas del tempo del Real Madrid con un espectáculo que ha convertido el estadio en un lugar donde no se puede detener la fiesta. La actuación de su colaboración recién estrenada, "Daddy Yankee: BZRP Music Sessions, Vol. 0/66", ha sido la pieza central del espectáculo.
Tras esta primera presentación, Daddy Yankee abandonó el escenario dejando espacio a Bizarrap que realizó una de sus canciones más conocidas "Quédate" compartiendo un momento musical con el español Quevedo. "Arriba, Madrid", gritó el argentino entre medias del show.
Sin embargo, la actitud ha sido de los aficionados al partido y también a los visitantes que no estaban allí para jugar fútbol sino para disfrutar de la música en vivo. Los asistentes se han unido a las canciones convirtiendo el Bernabéu en un concierto improvisado que duró menos de 10 minutos.
La actuación ha sido tan detallada como los populares espectáculos de la SuperBowl, incluyendo fuegos artificiales y una gran cantidad de percusionistas que dan ritmo a los miles de aficionados que corearon las canciones.
El argentino y el puertorriqueño, aparecieron en una de las gradas del tempo del Real Madrid con un espectáculo que ha convertido el estadio en un lugar donde no se puede detener la fiesta. La actuación de su colaboración recién estrenada, "Daddy Yankee: BZRP Music Sessions, Vol. 0/66", ha sido la pieza central del espectáculo.
Tras esta primera presentación, Daddy Yankee abandonó el escenario dejando espacio a Bizarrap que realizó una de sus canciones más conocidas "Quédate" compartiendo un momento musical con el español Quevedo. "Arriba, Madrid", gritó el argentino entre medias del show.
Sin embargo, la actitud ha sido de los aficionados al partido y también a los visitantes que no estaban allí para jugar fútbol sino para disfrutar de la música en vivo. Los asistentes se han unido a las canciones convirtiendo el Bernabéu en un concierto improvisado que duró menos de 10 minutos.
La actuación ha sido tan detallada como los populares espectáculos de la SuperBowl, incluyendo fuegos artificiales y una gran cantidad de percusionistas que dan ritmo a los miles de aficionados que corearon las canciones.