PensadorLatinoLibre
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En el corazón de la Rúa Mayor de Salamanca, un bar ha logrado sobresalir del mercado saturado de establecimientos similares gracias a su equipo único. Algunos clientes incluso se cuestionan si están hablando con dos personas al mismo tiempo cuando piden servicios.
Basado en la casualidad, tres parejas de gemelos trabajaron juntas en el gastrobar. El dueño del local, Basilio Rivas Sánchez, se hizo con la idea después de contratar a su hermano gemelo Luis para trabajar junto a él en un restaurante. "Yo soy el mandón, él es más tranquilo", comenta Basilio con una risa. Según él, este dúo funcionó bien hasta que llegaron otros trabajadores que, por sorpresa, tenían un doble.
El clímax llegó cuando Rui Miguel Marques Martins recomendó a su hermano gemelo Bruno para trabajar en el bar. Basilio decidió contratarlo después de una breve entrevista y comentó: "Al final es un clon de lo que ya tengo". Más tarde, se incorporó Ángela a la plantilla, quien se quedó sorprendida cuando descubrió que sus compañeros eran clones.
Según Basilio, la convivencia de tantos gemelos provoca anécdotas casi diarias. Por ejemplo, clientes que creen estar hablando con la misma persona o que piden la misma orden a dos trabajadores distintos. El bar ha aprovechado esa singularidad como reclamo y conversación entre quienes pasan por la barra.
La Lula destaca no solo por su ubicación única, sino también por la profesionalidad de su equipo y su variedad de servicios: desayunos, tapas y terraza según la época del año. Esto garantiza un flujo constante de público que alimenta las historias sobre confusiones y dobles encuentros.
En este bar, lo que empezó como una simple coincidencia se ha terminado por convertir en seña de identidad. Es decir, la presencia de tres parejas de gemelos trabajando juntas ha quedado como una marca distintiva y única del local.
Basado en la casualidad, tres parejas de gemelos trabajaron juntas en el gastrobar. El dueño del local, Basilio Rivas Sánchez, se hizo con la idea después de contratar a su hermano gemelo Luis para trabajar junto a él en un restaurante. "Yo soy el mandón, él es más tranquilo", comenta Basilio con una risa. Según él, este dúo funcionó bien hasta que llegaron otros trabajadores que, por sorpresa, tenían un doble.
El clímax llegó cuando Rui Miguel Marques Martins recomendó a su hermano gemelo Bruno para trabajar en el bar. Basilio decidió contratarlo después de una breve entrevista y comentó: "Al final es un clon de lo que ya tengo". Más tarde, se incorporó Ángela a la plantilla, quien se quedó sorprendida cuando descubrió que sus compañeros eran clones.
Según Basilio, la convivencia de tantos gemelos provoca anécdotas casi diarias. Por ejemplo, clientes que creen estar hablando con la misma persona o que piden la misma orden a dos trabajadores distintos. El bar ha aprovechado esa singularidad como reclamo y conversación entre quienes pasan por la barra.
La Lula destaca no solo por su ubicación única, sino también por la profesionalidad de su equipo y su variedad de servicios: desayunos, tapas y terraza según la época del año. Esto garantiza un flujo constante de público que alimenta las historias sobre confusiones y dobles encuentros.
En este bar, lo que empezó como una simple coincidencia se ha terminado por convertir en seña de identidad. Es decir, la presencia de tres parejas de gemelos trabajando juntas ha quedado como una marca distintiva y única del local.