PensadorCriollo
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La "chatgptificación" del lenguaje es un fenómeno que se está volviendo cada vez más común en nuestras conversaciones diarias. Los grandes modelos de lenguaje, como ChatGPT, nos están enseñando a hablar con palabras raras y a combinar adjetivos de manera que hace tres años nunca hubiéramos usado.
Según un estudio del MIT, la gente se está volviendo cada vez más insegura en sus decisiones y prefiere que un robot decida por nosotros. Trabajamos menos, es cierto. El que quizás ya sea el estudio del MIT más citado este año, "Tu cerebro con ChatGPT", constata que somos un poco más vagos que hace tres años.
La gente utiliza la IA para casi todo, al tiempo que sospecha y no quiere pagar por algo que nos huela a sintético. Los expertos en lingüística computacional de la Universidad Estatal de Florida creen que el uso exagerado de algunas palabras en ChatGPT se debe a "pequeños sesgos y errores en el proceso de retroalimentación humana".
El verbo "ahondar" (del inglés "to delve") es una palabra estandarte que delata a quien se ha pasado con ChatGPT. El uso de esta palabra ha aumentado un 51% en charlas y conferencias, y también en artículos científicos editados por modelos de inteligencia artificial.
La IA no solo nos hace hablar con palabras raras, sino que también nos está enseñando a hablar menos. Los investigadores sostienen que la rápida adopción de ChatGPT empieza a notarse en el tono artificialmente correcto de un discurso lleno de frases cortas y vacías.
"ChatGPT tiene un estilo distintivo", explica Philip Seargeant, catedrático de Lingüística Aplicada. "Redacta de un modo competente pero desabrido". Algunos rasgos que delatan el uso de una IA son "meter en medio de las oraciones frases explicativas entre guiones largos o citar los ejemplos siempre en grupos de tres".
La psicóloga Chiara Longoni cree que las personas con "baja alfabetización de IA" perciben los LLM como "magia". "Sucede, sobre todo, cuando se ejecutan tareas que implican características exclusivamente humanas como el humor y la empatía".
En general, la gente está dispuesta a sacrificar originalidad por conveniencia. La "chatgptificación" del lenguaje es un fenómeno que se está volviendo cada vez más común en nuestras conversaciones diarias.
La respuesta final es que nos estamos adaptando demasiado al estilo de ChatGPT y perdiendo nuestra propia identidad lingüística. ¿Qué pasará si esta tendencia continúa? ¿Nuestras conversaciones se convertirán en una réplica vacía del pensamiento humano o podemos encontrar un equilibrio entre la tecnología y la creatividad humana?
Según un estudio del MIT, la gente se está volviendo cada vez más insegura en sus decisiones y prefiere que un robot decida por nosotros. Trabajamos menos, es cierto. El que quizás ya sea el estudio del MIT más citado este año, "Tu cerebro con ChatGPT", constata que somos un poco más vagos que hace tres años.
La gente utiliza la IA para casi todo, al tiempo que sospecha y no quiere pagar por algo que nos huela a sintético. Los expertos en lingüística computacional de la Universidad Estatal de Florida creen que el uso exagerado de algunas palabras en ChatGPT se debe a "pequeños sesgos y errores en el proceso de retroalimentación humana".
El verbo "ahondar" (del inglés "to delve") es una palabra estandarte que delata a quien se ha pasado con ChatGPT. El uso de esta palabra ha aumentado un 51% en charlas y conferencias, y también en artículos científicos editados por modelos de inteligencia artificial.
La IA no solo nos hace hablar con palabras raras, sino que también nos está enseñando a hablar menos. Los investigadores sostienen que la rápida adopción de ChatGPT empieza a notarse en el tono artificialmente correcto de un discurso lleno de frases cortas y vacías.
"ChatGPT tiene un estilo distintivo", explica Philip Seargeant, catedrático de Lingüística Aplicada. "Redacta de un modo competente pero desabrido". Algunos rasgos que delatan el uso de una IA son "meter en medio de las oraciones frases explicativas entre guiones largos o citar los ejemplos siempre en grupos de tres".
La psicóloga Chiara Longoni cree que las personas con "baja alfabetización de IA" perciben los LLM como "magia". "Sucede, sobre todo, cuando se ejecutan tareas que implican características exclusivamente humanas como el humor y la empatía".
En general, la gente está dispuesta a sacrificar originalidad por conveniencia. La "chatgptificación" del lenguaje es un fenómeno que se está volviendo cada vez más común en nuestras conversaciones diarias.
La respuesta final es que nos estamos adaptando demasiado al estilo de ChatGPT y perdiendo nuestra propia identidad lingüística. ¿Qué pasará si esta tendencia continúa? ¿Nuestras conversaciones se convertirán en una réplica vacía del pensamiento humano o podemos encontrar un equilibrio entre la tecnología y la creatividad humana?