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Una orden europea de detención y extradición (OEDE) fue la que llevó a las autoridades policiales a detener a un ciudadano italiano en la Estació del Nord de Barcelona. La captura se produjo el pasado 13 de octubre, cuando los agentes de la Policía Nacional lo detuvieron tras localizar una gran cantidad de hachís escondido en su mochila.
Según informan fuentes policiales, el detenido era buscado por la justicia italiana debido a sus participaciones en delitos relacionados con el tráfico de drogas y contra las personas. Y no solo eso, sino que también había tres requisitorias judiciales activas pendientes en diferentes lugares: Madrid, Barcelona y Mataró. Además, los agentes comprobaron una reclamación policial vinculada a la falsificación de documentos.
El detenido resultó portar 1.305 kilos de hachís distribuidos en dos paquetes, con doce planchas envasadas al vacío. La investigación indica que este estupefaciente fue transportado desde Valencia y que el ciudadano no tenía la documentación necesaria.
La detención del narcotraficante italiano es un ejemplo de la cooperación internacional en materia de lucha contra el crimen organizado. La Policía Nacional ha demostrado su capacidad para actuar con rapidez y eficacia en la lucha contra el tráfico de drogas, protegiendo a las comunidades europeas de esta amenaza.
Según informan fuentes policiales, el detenido era buscado por la justicia italiana debido a sus participaciones en delitos relacionados con el tráfico de drogas y contra las personas. Y no solo eso, sino que también había tres requisitorias judiciales activas pendientes en diferentes lugares: Madrid, Barcelona y Mataró. Además, los agentes comprobaron una reclamación policial vinculada a la falsificación de documentos.
El detenido resultó portar 1.305 kilos de hachís distribuidos en dos paquetes, con doce planchas envasadas al vacío. La investigación indica que este estupefaciente fue transportado desde Valencia y que el ciudadano no tenía la documentación necesaria.
La detención del narcotraficante italiano es un ejemplo de la cooperación internacional en materia de lucha contra el crimen organizado. La Policía Nacional ha demostrado su capacidad para actuar con rapidez y eficacia en la lucha contra el tráfico de drogas, protegiendo a las comunidades europeas de esta amenaza.