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El ciclo 'Canciones en la UNED' ha vuelto a llenar el salón de actos con una emoción y una memoria que sobrecogen al público. El concierto de Depedro, el proyecto musical del madrileño Jairo Zavala, fue un homenaje implícito al querido Ángel Castro, figura fundamental en la organización del ciclo.
El ambiente previo al concierto estuvo marcado por la emoción y el recuerdo. El secretario del Centro Asociado de la UNED en Melilla, Juan Luis Ramos, dio una bienvenida cálida al público y recordó a Ángel Castro como un hombre que faltaba. Su palabras fueron recibidas con un aplauso cálido y prolongado.
Ramos destacó el valor cultural y humano del ciclo, iniciativa que ha contribuido a enriquecer la vida cultural melillense durante décadas. El secretario confesó que no era tarea fácil para él presentar a artistas y recordó que le aconsejó buscar a un amigo que lo ayudara.
El testigo de la noche fue Kiriko Gutiérrez, quien comenzó agradeciendo la asistencia de un público entusiasta que completó el salón. Introdujo a Depedro como "el más indie de todos los indies" y destacó su versatilidad musical y su capacidad para unir culturas a través de su obra.
Depedro ofreció un recital íntimo cargado de emoción, en el que cada tema se convertía en una historia compartida con el público. Su música es una travesía por los sonidos del mundo, con influencias de Latinoamérica, África, el Mediterráneo y Estados Unidos.
La trayectoria de un músico universal, Depedro ha creado un repertorio único que ha consolidado su estilo inconfundible y profundamente humano. Además de su labor discográfica, Zavala ha llevado su arte a la pantalla a través de los documentales "Casamance" (rodado en Senegal) y "Fanantenana" (en Madagascar).
La velada convirtió en un homenaje colectivo al pasado, al presente y al futuro del ciclo. El público se puso en pie para ovacionar al artista y Depedro agradeció de nuevo la acogida. "Melilla siempre me recibe con cariño. Este lugar, sin duda, es un lugar perfecto".
El ambiente previo al concierto estuvo marcado por la emoción y el recuerdo. El secretario del Centro Asociado de la UNED en Melilla, Juan Luis Ramos, dio una bienvenida cálida al público y recordó a Ángel Castro como un hombre que faltaba. Su palabras fueron recibidas con un aplauso cálido y prolongado.
Ramos destacó el valor cultural y humano del ciclo, iniciativa que ha contribuido a enriquecer la vida cultural melillense durante décadas. El secretario confesó que no era tarea fácil para él presentar a artistas y recordó que le aconsejó buscar a un amigo que lo ayudara.
El testigo de la noche fue Kiriko Gutiérrez, quien comenzó agradeciendo la asistencia de un público entusiasta que completó el salón. Introdujo a Depedro como "el más indie de todos los indies" y destacó su versatilidad musical y su capacidad para unir culturas a través de su obra.
Depedro ofreció un recital íntimo cargado de emoción, en el que cada tema se convertía en una historia compartida con el público. Su música es una travesía por los sonidos del mundo, con influencias de Latinoamérica, África, el Mediterráneo y Estados Unidos.
La trayectoria de un músico universal, Depedro ha creado un repertorio único que ha consolidado su estilo inconfundible y profundamente humano. Además de su labor discográfica, Zavala ha llevado su arte a la pantalla a través de los documentales "Casamance" (rodado en Senegal) y "Fanantenana" (en Madagascar).
La velada convirtió en un homenaje colectivo al pasado, al presente y al futuro del ciclo. El público se puso en pie para ovacionar al artista y Depedro agradeció de nuevo la acogida. "Melilla siempre me recibe con cariño. Este lugar, sin duda, es un lugar perfecto".