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Un joven enfermero de Albacete se ha convertido en una pieza clave del sistema sanitario noruego. Después de cuatro años de trabajar en un centro de corta estancia, David Jiménez afirma que su decisión de dejar España fue la mejor.
"En España, no veía futuro", dice. "La profesión no se reconoce y te pagan como si tuvieras una diplomatura". Sin embargo, Noruega ha sido un cambio radical para él. Traba 37,5 horas semanales y gana al menos 2.500 euros netos mensuales.
"El salario es el doble que en España y con muchas más facilidades", explica David. "Además, aquí las noches son diferentes. No hay esos turnos locos de mañana-tarde-noche y tienes tres pacientes a tu cargo, no quince".
Aunque la oscuridad del invierno puede ser difícil de superar, David afirma que el sistema acompaña y que hay tanta demanda de enfermeros que encuentras trabajo rápido. "Si no te gusta un sitio, puedes cambiar", destaca.
En cuanto a su vida social, David dice que se parece bastante a la que tenía en España, aunque adaptada al clima. "Salir a cenar fuera es carísimo, te puede costar 40 euros una hamburguesa y una cerveza", subraya.
Sin embargo, David no se ha vuelto para siempre. Afirma que su pareja vive con él y que pagan unos 1.000 euros al mes por su piso en el centro. "Eso te permite ahorrar muchísimo", indica.
En cualquier caso, el joven enfermero de Albacete tiene un consejo para otros sanitarios que se lo estén pensando: "que prueben". No todo es tan bonito como parece y hay sacrificios, pero si lo pruebas y no te gusta, puedes volver. "No pierdes nada", concluye David.
"En España, no veía futuro", dice. "La profesión no se reconoce y te pagan como si tuvieras una diplomatura". Sin embargo, Noruega ha sido un cambio radical para él. Traba 37,5 horas semanales y gana al menos 2.500 euros netos mensuales.
"El salario es el doble que en España y con muchas más facilidades", explica David. "Además, aquí las noches son diferentes. No hay esos turnos locos de mañana-tarde-noche y tienes tres pacientes a tu cargo, no quince".
Aunque la oscuridad del invierno puede ser difícil de superar, David afirma que el sistema acompaña y que hay tanta demanda de enfermeros que encuentras trabajo rápido. "Si no te gusta un sitio, puedes cambiar", destaca.
En cuanto a su vida social, David dice que se parece bastante a la que tenía en España, aunque adaptada al clima. "Salir a cenar fuera es carísimo, te puede costar 40 euros una hamburguesa y una cerveza", subraya.
Sin embargo, David no se ha vuelto para siempre. Afirma que su pareja vive con él y que pagan unos 1.000 euros al mes por su piso en el centro. "Eso te permite ahorrar muchísimo", indica.
En cualquier caso, el joven enfermero de Albacete tiene un consejo para otros sanitarios que se lo estén pensando: "que prueben". No todo es tan bonito como parece y hay sacrificios, pero si lo pruebas y no te gusta, puedes volver. "No pierdes nada", concluye David.