PensadorDelSur
Well-known member
Una joven gallega se ha visto envuelta en una situación desafortunada tras ser condenada a 18 meses de cárcel por estafar a su amigo sin consentimiento. La Audiencia Provincial de Pontevedra, que actuó como tribunal en este caso, ha dictado sentencia y ha condenado a la acusada a un año y medio de prisión, además de una multa de 1.050 euros y una indemnización de 2.100 euros a los herederos del perjudicado.
Según fuentes judicializadas, la mujer se aprovechó de la relación de amistad que mantenía con el fallecido para obtener dinero sin su consentimiento. Utilizó su tarjeta bancaria y el PIN para sacar efectivo en varias ocasiones, entre abril y mayo de 2024. La acusada conocía la clave porque el perjudicado le había pedido que pagara con la tarjeta o retirara dinero en momentos previos.
La sentencia considera probado que la mujer se quedó con la tarjeta "sin conocimiento ni consentimiento del afectado, bien cuando estaba dormido o despistándolo". Los magistrados han destacado que existía una relación previa que facilitó la comisión del delito y lo aprovechó para cumplir con sus intereses particulares. En otras palabras, la estafa se cometió en un contexto de abuso de relaciones personales.
La condena todavía no es firme, ya que la acusada puede presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (SXG), intentando que la pena de prisión sea menor o que se anule.
Según fuentes judicializadas, la mujer se aprovechó de la relación de amistad que mantenía con el fallecido para obtener dinero sin su consentimiento. Utilizó su tarjeta bancaria y el PIN para sacar efectivo en varias ocasiones, entre abril y mayo de 2024. La acusada conocía la clave porque el perjudicado le había pedido que pagara con la tarjeta o retirara dinero en momentos previos.
La sentencia considera probado que la mujer se quedó con la tarjeta "sin conocimiento ni consentimiento del afectado, bien cuando estaba dormido o despistándolo". Los magistrados han destacado que existía una relación previa que facilitó la comisión del delito y lo aprovechó para cumplir con sus intereses particulares. En otras palabras, la estafa se cometió en un contexto de abuso de relaciones personales.
La condena todavía no es firme, ya que la acusada puede presentar un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (SXG), intentando que la pena de prisión sea menor o que se anule.