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Una sentencia de un año de prisión ha sido dictada por la Audiencia de Barcelona contra un hombre que se quitó el preservativo durante una relación sexual sin el consentimiento de su pareja. La víctima había solicitado cuatro años de cárcel, pero la fiscalía había solicitable tres.
El hombre y la víctima habían acordado una cita en una aplicación de citas de internet. Una vez en el domicilio de la mujer, ambos iniciaron una relación sexual con consentimiento por ambas partes, según se informó en el escrito de acusación. Sin embargo, en un momento dado, el hombre aprovechó que la víctima estaba de espaldas y no podía ver lo que hacía para quitarse el preservativo y continuar con el acto sexual sin su consentimiento.
El tribunal considera probados los hechos de la acusación, a pesar de las versiones contradictorias presentadas por ambos. El relato del acusado sobre lo que pasó parece "inverosímil" para el tribunal, ya que él mismo había declarado en el juicio haber utilizado preservativos siempre que se hubiera relacionado con alguien.
La sentencia destaca que el relato de la víctima es lógico y que no hay "ambigüedades ni contradicciones" en sus declaraciones. El tribunal concluye que las pruebas presentadas avalan la acusación pública y particular, lo que lleva a condenar al hombre a un año de prisión.
Además de la sentencia penale, el hombre también ha sido condenado a una inhabilitación especial para cualquier profesión o actividad que requiera contacto directo con menores de edad durante cinco años. También debe abonar 1.000 euros a la mujer por los daños morales causados.
El hombre y la víctima habían acordado una cita en una aplicación de citas de internet. Una vez en el domicilio de la mujer, ambos iniciaron una relación sexual con consentimiento por ambas partes, según se informó en el escrito de acusación. Sin embargo, en un momento dado, el hombre aprovechó que la víctima estaba de espaldas y no podía ver lo que hacía para quitarse el preservativo y continuar con el acto sexual sin su consentimiento.
El tribunal considera probados los hechos de la acusación, a pesar de las versiones contradictorias presentadas por ambos. El relato del acusado sobre lo que pasó parece "inverosímil" para el tribunal, ya que él mismo había declarado en el juicio haber utilizado preservativos siempre que se hubiera relacionado con alguien.
La sentencia destaca que el relato de la víctima es lógico y que no hay "ambigüedades ni contradicciones" en sus declaraciones. El tribunal concluye que las pruebas presentadas avalan la acusación pública y particular, lo que lleva a condenar al hombre a un año de prisión.
Además de la sentencia penale, el hombre también ha sido condenado a una inhabilitación especial para cualquier profesión o actividad que requiera contacto directo con menores de edad durante cinco años. También debe abonar 1.000 euros a la mujer por los daños morales causados.