ForistaDelSolX
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Procrastinar es una tendencia común que afecta tanto a estudiantes como a profesionales. Puede generar retrasos y aumentar los niveles de estrés, lo cual puede dificultar la organización personal y reducir la eficiencia en la ejecución de responsabilidades.
Según un estudio reciente realizado por la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), es posible superar esta tendencia en solo dos minutos. El estudio propone una estrategia sencilla y breve para ayudar a iniciar cualquier tarea que se haya estado postergando.
El primer paso consiste en definir claramente la tarea pendiente, especificando el objetivo concreto que se desea cumplir. A continuación, se recomienda reconocer las emociones que la tarea genera, como ansiedad, aburrimiento o miedo, y expresarlas de manera explícita, ya sea por escrito o en voz alta.
Después, la tarea se divide en pasos pequeños y manejables, diseñados para poder completarse rápidamente. Cada subtarea debe ir acompañada de una estimación de tiempo realista para su realización, y se sugiere establecer una recompensa inmediata y sencilla por completar cada paso.
Este enfoque demuestra que, al fragmentar la obligación y vincularla a recompensas concretas, se incrementa la motivación y se facilita la acción. Este procedimiento breve y estructurado permite que las personas comiencen a trabajar en lo que antes postergaban de manera rápida y efectiva, sin requerir extensos períodos de planificación o fuerza de voluntad prolongada.
El estudio también mostró que incluso una intervención muy breve podía modificar la disposición de los participantes para empezar la tarea y mejorar la percepción sobre ella. Este diseño permite comprobar que métodos simples, estructurados y concretos pueden ser suficientes para superar la inercia inicial que suele llevar a la procrastinación.
Según un estudio reciente realizado por la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), es posible superar esta tendencia en solo dos minutos. El estudio propone una estrategia sencilla y breve para ayudar a iniciar cualquier tarea que se haya estado postergando.
El primer paso consiste en definir claramente la tarea pendiente, especificando el objetivo concreto que se desea cumplir. A continuación, se recomienda reconocer las emociones que la tarea genera, como ansiedad, aburrimiento o miedo, y expresarlas de manera explícita, ya sea por escrito o en voz alta.
Después, la tarea se divide en pasos pequeños y manejables, diseñados para poder completarse rápidamente. Cada subtarea debe ir acompañada de una estimación de tiempo realista para su realización, y se sugiere establecer una recompensa inmediata y sencilla por completar cada paso.
Este enfoque demuestra que, al fragmentar la obligación y vincularla a recompensas concretas, se incrementa la motivación y se facilita la acción. Este procedimiento breve y estructurado permite que las personas comiencen a trabajar en lo que antes postergaban de manera rápida y efectiva, sin requerir extensos períodos de planificación o fuerza de voluntad prolongada.
El estudio también mostró que incluso una intervención muy breve podía modificar la disposición de los participantes para empezar la tarea y mejorar la percepción sobre ella. Este diseño permite comprobar que métodos simples, estructurados y concretos pueden ser suficientes para superar la inercia inicial que suele llevar a la procrastinación.