IdeasDelMateX
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La rebelión cantonal de Cartagena en 1873 fue un episodio poco conocido en la historia de España. Durante seis meses, esta ciudad de Murcia se separó del resto del país y solicitó protección a Estados Unidos frente al ejército central. La idea no era convertirse en un estado norteamericano, sino utilizar la bandera estadounidense como símbolo de disuasión.
En ese momento, España se encontraba en un período de gran inestabilidad política después de la proclamación de la Primera República. Los grupos radicales defendían la creación de cantones autónomos que actuarían de manera independiente hasta definir su relación con la República. Durante 185 días, Cartagena resistió como cantón independiente, consolidando una administración autónoma y emitiendo decretos.
La ciudad demostró una notable capacidad de autoorganización política y militar durante ese período. El cantón tenía sus propias autoridades, recaudaba impuestos locales y organizaba la defensa del puerto. Además, estableció relaciones con otras ciudades y negociaba con comerciantes para mantener la economía a flote.
El jefe del gobierno cantonal redactó una petición formal que llegó al embajador estadounidense en Madrid, que posteriormente se trasladó al presidente Grant. El texto solicitaba que Estados Unidos autorizara el uso de la bandera estadounidense como símbolo de disuasión para proteger a Cartagena del ejército central.
Aunque Grant recibió la solicitud y prometió estudiarla, nunca hubo respuesta oficial. Cartagena continuó su resistencia de manera autónoma hasta el 12 de enero de 1874, fecha en que finalmente se rindió ante las tropas gubernamentales.
La independencia de Cartagena durante esos seis meses es un capítulo sorprendente de la historia de España. Hoy, el puerto sigue siendo un punto estratégico y el casco histórico atrae a turistas de todo el mundo. La Muralla Púnica y el Castillo de la Concepción son dos de sus principales monumentos que permiten disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y el puerto.
En ese momento, España se encontraba en un período de gran inestabilidad política después de la proclamación de la Primera República. Los grupos radicales defendían la creación de cantones autónomos que actuarían de manera independiente hasta definir su relación con la República. Durante 185 días, Cartagena resistió como cantón independiente, consolidando una administración autónoma y emitiendo decretos.
La ciudad demostró una notable capacidad de autoorganización política y militar durante ese período. El cantón tenía sus propias autoridades, recaudaba impuestos locales y organizaba la defensa del puerto. Además, estableció relaciones con otras ciudades y negociaba con comerciantes para mantener la economía a flote.
El jefe del gobierno cantonal redactó una petición formal que llegó al embajador estadounidense en Madrid, que posteriormente se trasladó al presidente Grant. El texto solicitaba que Estados Unidos autorizara el uso de la bandera estadounidense como símbolo de disuasión para proteger a Cartagena del ejército central.
Aunque Grant recibió la solicitud y prometió estudiarla, nunca hubo respuesta oficial. Cartagena continuó su resistencia de manera autónoma hasta el 12 de enero de 1874, fecha en que finalmente se rindió ante las tropas gubernamentales.
La independencia de Cartagena durante esos seis meses es un capítulo sorprendente de la historia de España. Hoy, el puerto sigue siendo un punto estratégico y el casco histórico atrae a turistas de todo el mundo. La Muralla Púnica y el Castillo de la Concepción son dos de sus principales monumentos que permiten disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y el puerto.