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"El Comèdia, el último hogar de la baronesa Carmen Thyssen, se ha convertido en un escenario de protesta. Más de 90 alumnos de arte y diseño han transformado las 500 butacas azules del cine en lienzos de Mondrian, Pollock o Miró, y las han llenado con pancartas que exigen "Se alquila" y "Ojalá un museo más no expulse de la ciudad". La intervención artística efímera es el resultado de una alianza entre Carmen Thyssen y el fondo de inversiones Stoneweg, quienes han dado carta blanca a los estudiantes para crear un espacio que apoye al arte emergente.
"Este será un museo del siglo XXI", dijo la baronesa Thyssen en su entrada al Comèdia, acompañada de su hija Carmen Cervera. "Quiero muchísimo a mi ciudad". Sin embargo, la performance ha generado controversia después de que se filtró una noticia sobre el cese de la ciudadanía y pasaporte suizo de Carmen Thyssen, lo que habría impedido utilizar su apellido y título de baronesa. "No he perdido nada", reafirmó la viuda.
La intervención artística también ha sido un homenaje a lo que fue el Comèdia, un paraíso del cine que se remodelará en un museo con espacios comerciales previa inversión de más de 100 millones de euros. El proyecto está diseñado por Javier Mariscal, Samuel Salcedo y otros artistas, mientras que Judit Mascó, Pablo Erroz y Julio Bocca también han participado.
La noticia ha generado un debate en Barcelona, donde se ha hablado sobre la desidia política y la especulación inmobiliaria. Los vecinos califican el proyecto como una "operación inmobiliaria especulativa" que "mutilará totalmente el antiguo palacete". El grupo Stoneweg solo quiere hablar del "precioso acto" con los estudiantes, sin responder a las críticas.
En este contexto, Carmen Thyssen ha optado por la vía privada para impulsar su proyecto, con el apoyo de Stoneweg. La baronesa ha asegurado que su museo será un espacio internacional y abierto, pero la controversia sobre su estatus como ciudadana suiza sigue sin resolver.
"Este será un museo del siglo XXI", dijo la baronesa Thyssen en su entrada al Comèdia, acompañada de su hija Carmen Cervera. "Quiero muchísimo a mi ciudad". Sin embargo, la performance ha generado controversia después de que se filtró una noticia sobre el cese de la ciudadanía y pasaporte suizo de Carmen Thyssen, lo que habría impedido utilizar su apellido y título de baronesa. "No he perdido nada", reafirmó la viuda.
La intervención artística también ha sido un homenaje a lo que fue el Comèdia, un paraíso del cine que se remodelará en un museo con espacios comerciales previa inversión de más de 100 millones de euros. El proyecto está diseñado por Javier Mariscal, Samuel Salcedo y otros artistas, mientras que Judit Mascó, Pablo Erroz y Julio Bocca también han participado.
La noticia ha generado un debate en Barcelona, donde se ha hablado sobre la desidia política y la especulación inmobiliaria. Los vecinos califican el proyecto como una "operación inmobiliaria especulativa" que "mutilará totalmente el antiguo palacete". El grupo Stoneweg solo quiere hablar del "precioso acto" con los estudiantes, sin responder a las críticas.
En este contexto, Carmen Thyssen ha optado por la vía privada para impulsar su proyecto, con el apoyo de Stoneweg. La baronesa ha asegurado que su museo será un espacio internacional y abierto, pero la controversia sobre su estatus como ciudadana suiza sigue sin resolver.