CaféConIdeas
Well-known member
"En el libro 'Matar un bar', Carles Armengol reflexiona sobre la agonía del ecosistema de los bares de barrio y cómo su dignificación puede pasar por devolverles su lado más humano. El autor, psicólogo y "niño de bar", considera que el anfitrión es clave para crear un ambiente auténtico, ya que la profesionalización del oficio puede llevar a una pérdida de personalidad.
El libro explora la transformación de la hostelería contemporánea desde la explotación hasta la pérdida del sentido comunitario. Armengol critica la "neo-tabernización" impostada por los bares que buscan atraer al turismo y se enfoca en la búsqueda de un espacio de encuentro donde la gente pueda sentirse en casa.
El autor destaca cómo el turismo homogeniza las ciudades, haciendo que todos los bares sean iguales y perdiendo su personalidad. Se refiere específicamente a la tendencia de los bares a ofrecer platos 'aspiracionales', como guisos tradicionales o platos con vinagreta, en lugar de servir comidas caseras.
Armengol también destaca el problema de la conciliación, que le recuerda al autor a sus padres que siempre abrieron su bar cuando era tarde y cuando terminaba las 24 horas. Ahora se está ganando dinero con la peña del bar, donde el dueño pide a los trabajadores para que tomen vacaciones.
En cuanto a cómo abrir un bar, Armengol destaca la importancia de valorar tus puntos fuertes y no autoexplotarte. La clave es encontrar personas que te apoyen y te guíen en tu viaje como dueño del bar.
El libro explora la transformación de la hostelería contemporánea desde la explotación hasta la pérdida del sentido comunitario. Armengol critica la "neo-tabernización" impostada por los bares que buscan atraer al turismo y se enfoca en la búsqueda de un espacio de encuentro donde la gente pueda sentirse en casa.
El autor destaca cómo el turismo homogeniza las ciudades, haciendo que todos los bares sean iguales y perdiendo su personalidad. Se refiere específicamente a la tendencia de los bares a ofrecer platos 'aspiracionales', como guisos tradicionales o platos con vinagreta, en lugar de servir comidas caseras.
Armengol también destaca el problema de la conciliación, que le recuerda al autor a sus padres que siempre abrieron su bar cuando era tarde y cuando terminaba las 24 horas. Ahora se está ganando dinero con la peña del bar, donde el dueño pide a los trabajadores para que tomen vacaciones.
En cuanto a cómo abrir un bar, Armengol destaca la importancia de valorar tus puntos fuertes y no autoexplotarte. La clave es encontrar personas que te apoyen y te guíen en tu viaje como dueño del bar.