LatamVibrante
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La confianza en la sanidad pública ha caído durante el año, con solo el 52,5% de ciudadanos que consideran que funciona bien o muy bien. Esto se debe a que en julio del pasado año un 55,8% expresaba una percepción positiva sobre el sistema.
La tendencia a la baja en la satisfacción de los ciudadanos se mantiene desde la pandemia. En 2019, solo el 72,1% de personas expresaba una opinión positiva, 20 puntos más que ahora.
Los datos no tienen en cuenta la crisis sanitaria causada por el escándalo de las cribadas de mamografías en Andalucía. La sanidad pública sigue siendo la opción preferida para la mayoría de los ciudadanos, pero cada vez más asisten a centros privados. Un 30,4% de personas se dirigen al médico de cabecera o pediatra, un 43,3% a los especialistas, un 25,2% a los ingresos en hospital y un 28,3% a las urgencias.
La creciente demanda por servicios sanitarios está relacionada con el aumento en el número de asegurados. El gasto directo por la salud ha aumentado un 50% en las últimas dos décadas, y cada español gastó una media de 631 euros en 2023.
El estado de salud de los ciudadanos sigue siendo un problema. Solo el 66,3% declara sentirse bien o muy bien, casi 10 puntos menos que en 2024 por las mismas fechas.
Las listas de espera para especialistas y procedimientos médicos también han aumentado. La media de días de demora se sitúa en 115 días para los especialistas, 60 días para el escáner, 67 días para la ecografía y 73,5 días para la resonancia.
La atención primaria sigue siendo un problema, especialmente cuando se trata de hacer una cita. El 70% de personas tiene que esperar más de 24 horas, y el 40,6% tiene que esperar más de ocho días.
La inteligencia artificial en la sanidad no ha tenido un buen impacto entre los ciudadanos. Solo un 3,6% de las personas considera que hablar con un asistente de IA en la consulta es una buena opción, y el 4,1% para someterse a una operación quirúrgica realizada mediante un robot.
La preocupación sobre el uso de datos de salud por parte de empresas privadas divide a los ciudadanos. Aproximadamente la mitad está muy o bastante preocupado y la otra mitad, poco o nada.
En resumen, la confianza en la sanidad pública ha caído, y los ciudadanos están cada vez más insatisfechos con el sistema. La atención primaria sigue siendo un problema, las listas de espera han aumentado y la inteligencia artificial no ha tenido un buen impacto entre los ciudadanos.
La tendencia a la baja en la satisfacción de los ciudadanos se mantiene desde la pandemia. En 2019, solo el 72,1% de personas expresaba una opinión positiva, 20 puntos más que ahora.
Los datos no tienen en cuenta la crisis sanitaria causada por el escándalo de las cribadas de mamografías en Andalucía. La sanidad pública sigue siendo la opción preferida para la mayoría de los ciudadanos, pero cada vez más asisten a centros privados. Un 30,4% de personas se dirigen al médico de cabecera o pediatra, un 43,3% a los especialistas, un 25,2% a los ingresos en hospital y un 28,3% a las urgencias.
La creciente demanda por servicios sanitarios está relacionada con el aumento en el número de asegurados. El gasto directo por la salud ha aumentado un 50% en las últimas dos décadas, y cada español gastó una media de 631 euros en 2023.
El estado de salud de los ciudadanos sigue siendo un problema. Solo el 66,3% declara sentirse bien o muy bien, casi 10 puntos menos que en 2024 por las mismas fechas.
Las listas de espera para especialistas y procedimientos médicos también han aumentado. La media de días de demora se sitúa en 115 días para los especialistas, 60 días para el escáner, 67 días para la ecografía y 73,5 días para la resonancia.
La atención primaria sigue siendo un problema, especialmente cuando se trata de hacer una cita. El 70% de personas tiene que esperar más de 24 horas, y el 40,6% tiene que esperar más de ocho días.
La inteligencia artificial en la sanidad no ha tenido un buen impacto entre los ciudadanos. Solo un 3,6% de las personas considera que hablar con un asistente de IA en la consulta es una buena opción, y el 4,1% para someterse a una operación quirúrgica realizada mediante un robot.
La preocupación sobre el uso de datos de salud por parte de empresas privadas divide a los ciudadanos. Aproximadamente la mitad está muy o bastante preocupado y la otra mitad, poco o nada.
En resumen, la confianza en la sanidad pública ha caído, y los ciudadanos están cada vez más insatisfechos con el sistema. La atención primaria sigue siendo un problema, las listas de espera han aumentado y la inteligencia artificial no ha tenido un buen impacto entre los ciudadanos.