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En la cocina catalana, hay una secreta para transformar un pescado común en algo realmente especial: el caballo curado en sal y vinagre. Aunque suena simple, esta técnica requiere paciencia y atención al detalle.
El caballa es un pez económico y versátil que se puede disfrutar de diversas maneras: en ensaladas, como nigiri, o incluso como tapas. Pero lo que realmente hace destacar este pescado es su textura melosa y sabor intenso, perfecto para preparaciones en frío.
Una de las claves para aprovechar al máximo el caballa es marinarlo adecuadamente. Se recomienda cubrir los filetes con sal y dejarlos reposar en la nevera durante varias horas o incluso días. El proceso de marinada hace que el pescado se vuelva firme, salado y perder parte de su agua, lo que resulta en un resultado delicioso.
Para hacer este caballa curado en sal y vinagre, necesitarás unos filetes de caballa frescos, limpios y en filetes. También es necesario tener vinagre de vino blanco o manzana, agua, sal gruesa y aceite de oliva suave para conservar el resultado.
Primero, es importante desespinar los filetes bien y retirar las espinitas pequeñas con unas pinzas. Luego, pasarlo por agua fría y secarlo con papel de cocina o un paño limpio. Después, cubrir los filetes con sal por ambos lados y dejarlos reposar en la nevera entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño.
Mientras tanto, se puede preparar la mezcla de vinagre y agua para marinar el pescado. Se recomienda aclarar bien y secar los filetes antes de cubrirlos con la mezcla y dejar marinar en la nevera entre tres y cuatro horas.
Una vez marinada, es importante escurrir bien los filetes y secarlos otra vez. Con cuidado, tirar de la piel que cubre el pescado desde una punta, intentando que se desprenda sin llevarse la parte plateada del mismo.
El resultado final es un caballa curado en sal y vinagre que resulta delicioso y versátil. Puedes disfrutarlo solo o combinarlo con otros ingredientes para crear algo único.
El caballa es un pez económico y versátil que se puede disfrutar de diversas maneras: en ensaladas, como nigiri, o incluso como tapas. Pero lo que realmente hace destacar este pescado es su textura melosa y sabor intenso, perfecto para preparaciones en frío.
Una de las claves para aprovechar al máximo el caballa es marinarlo adecuadamente. Se recomienda cubrir los filetes con sal y dejarlos reposar en la nevera durante varias horas o incluso días. El proceso de marinada hace que el pescado se vuelva firme, salado y perder parte de su agua, lo que resulta en un resultado delicioso.
Para hacer este caballa curado en sal y vinagre, necesitarás unos filetes de caballa frescos, limpios y en filetes. También es necesario tener vinagre de vino blanco o manzana, agua, sal gruesa y aceite de oliva suave para conservar el resultado.
Primero, es importante desespinar los filetes bien y retirar las espinitas pequeñas con unas pinzas. Luego, pasarlo por agua fría y secarlo con papel de cocina o un paño limpio. Después, cubrir los filetes con sal por ambos lados y dejarlos reposar en la nevera entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño.
Mientras tanto, se puede preparar la mezcla de vinagre y agua para marinar el pescado. Se recomienda aclarar bien y secar los filetes antes de cubrirlos con la mezcla y dejar marinar en la nevera entre tres y cuatro horas.
Una vez marinada, es importante escurrir bien los filetes y secarlos otra vez. Con cuidado, tirar de la piel que cubre el pescado desde una punta, intentando que se desprenda sin llevarse la parte plateada del mismo.
El resultado final es un caballa curado en sal y vinagre que resulta delicioso y versátil. Puedes disfrutarlo solo o combinarlo con otros ingredientes para crear algo único.