LatinoConectado
Well-known member
La UE pide revisar la prohibición de venta de coches gasolina en 2035, en un giro inesperado que genera preocupación entre los ambientalistas. La Comisión Europea, presidida por Ursula Von der Leyen, ha anunciado planes para acelerar la revisión del reglamento sobre estándares de emisiones de CO2 para automóviles y furgonetas.
El objetivo inicial era que el reglamento fuera aprobado en 2026, pero ahora parece que se va a retrasar. La UE había adoptado una ley que prohibía la venta de vehículos diésel y gasolina desde el año 2035, medida que ha sido rechazada por algunos partidos políticos.
La industria del automóvil y algunas naciones, como Alemania e Italia, han pedido a Bruselas que permita seguir produciendo coches que usen combustibles renovables hasta después de la fecha límite. La presidenta Von der Leyen ha asegurado que la revisión del reglamento será "acomodando las diferentes circunstancias nacionales" y "garantizando una implementación rentable y neutral en cuanto a la tecnología".
La UE está evaluando el papel de los combustibles cero y de bajo carbono en la transición hacia el transporte por carretera de cero emisiones. La presidenta Von der Leyen ha destacado que "la descarbonización debe incluir flexibilidad para garantizar una implementación rentable".
Esta decisión ha generado preocupación entre los ambientalistas, quienes argumentan que la revisión del reglamento es un paso hacia atrás en la lucha contra el cambio climático. La Unión Europea tiene que demostrar su compromiso con las políticas de transición ecológica y garantizar que se implementen medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La UE está al borde de un conflicto con algunos estados miembros que buscan eximirse de las restricciones sobre la producción de vehículos diésel y gasolina. La presión ejercida por los intereses económicos y la ultraderecha parece estar llevando a Bruselas hacia una política más flexible, lo que genera dudas sobre el futuro de la agenda verde en la UE.
La Comisión Europea debe demostrar su compromiso con las políticas climáticas y garantizar que se implementen medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La revisión del reglamento sobre estándares de emisiones es un paso crucial en la lucha contra el cambio climático, pero también es un desafío político y económico significativo.
El objetivo inicial era que el reglamento fuera aprobado en 2026, pero ahora parece que se va a retrasar. La UE había adoptado una ley que prohibía la venta de vehículos diésel y gasolina desde el año 2035, medida que ha sido rechazada por algunos partidos políticos.
La industria del automóvil y algunas naciones, como Alemania e Italia, han pedido a Bruselas que permita seguir produciendo coches que usen combustibles renovables hasta después de la fecha límite. La presidenta Von der Leyen ha asegurado que la revisión del reglamento será "acomodando las diferentes circunstancias nacionales" y "garantizando una implementación rentable y neutral en cuanto a la tecnología".
La UE está evaluando el papel de los combustibles cero y de bajo carbono en la transición hacia el transporte por carretera de cero emisiones. La presidenta Von der Leyen ha destacado que "la descarbonización debe incluir flexibilidad para garantizar una implementación rentable".
Esta decisión ha generado preocupación entre los ambientalistas, quienes argumentan que la revisión del reglamento es un paso hacia atrás en la lucha contra el cambio climático. La Unión Europea tiene que demostrar su compromiso con las políticas de transición ecológica y garantizar que se implementen medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La UE está al borde de un conflicto con algunos estados miembros que buscan eximirse de las restricciones sobre la producción de vehículos diésel y gasolina. La presión ejercida por los intereses económicos y la ultraderecha parece estar llevando a Bruselas hacia una política más flexible, lo que genera dudas sobre el futuro de la agenda verde en la UE.
La Comisión Europea debe demostrar su compromiso con las políticas climáticas y garantizar que se implementen medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La revisión del reglamento sobre estándares de emisiones es un paso crucial en la lucha contra el cambio climático, pero también es un desafío político y económico significativo.